Una operación conjunta de las autoridades holandesas y alemanas ha llevado al arresto de ocho personas responsables de varios robos a cajeros automáticos en Alemania. Europol y la Oficina Federal de Policía Criminal de Alemania apoyaron la investigación realizada por la policía de Holanda Septentrional y la policía de Osnabrück.
Este violento grupo criminal formado por ciudadanos holandeses es responsable de la voladura de al menos 23 cajeros automáticos en Baja Sajonia y otros estados federados alemanes, provocando graves daños y poniendo en peligro a los ciudadanos. En total, los delincuentes causaron al menos 3,5 millones de euros en daños materiales y robaron más de 2 millones de euros.
Los sospechosos utilizaron potentes explosivos para hacer estallar cajeros automáticos, a menudo situados en edificios residenciales, antes de huir en coches mientras conducían de forma imprudente y a gran velocidad. Durante los registros realizados esta semana, las fuerzas del orden confiscaron dinero en efectivo y artículos de lujo, así como herramientas y explosivos.
Este tipo de delito es especialmente frecuente en Alemania. Si bien el número de robos a cajeros automáticos en los Países Bajos está disminuyendo, la mayoría de los perpetradores tienen su sede en los Países Bajos y operan desde allí. Su dependencia de explosivos de alta calidad, que a menudo ensamblan y almacenan en zonas residenciales, puede causar graves riesgos a los residentes.
Modus operandi despiadado
Al cometer el delito en sí, los autores suelen actuar sin tener en cuenta la salud y la seguridad de las personas que viven en el edificio donde se encuentra el cajero automático objetivo. Después de investigar los posibles lugares de ataque y las rutas de escape, los ladrones suelen llegar por la noche con vehículos robados o con matrícula robada.
Luego aplican explosivos al cajero automático y los detonan, lo que puede provocar incendios o daños estructurales al edificio. Después de recoger el dinero en efectivo del cajero automático destruido, huyen de la escena a gran velocidad para evitar a la policía, sin mostrar consideración por la seguridad de los demás en la carretera.
Las investigaciones muestran que los grupos criminales involucrados en ataques a cajeros automáticos son muy fluidos en términos de tamaño e individuos involucrados, y parecen tener pocos problemas para reclutar nuevos cómplices. A pesar de que algunos delincuentes resultan gravemente heridos durante explosiones de prueba o robos reales, están dispuestos a utilizar niveles cada vez mayores de violencia, amplificando las consecuencias para las comunidades afectadas. Las empresas tienen que cerrar durante largos períodos, los edificios de apartamentos se vuelven inhabitables y la oferta de efectivo local se ve afectada.
Además de los daños económicos, que pueden ascender a millones de euros, las personas directa o indirectamente afectadas por los robos violentos pueden sufrir traumas psicológicos y temer por su seguridad.
El apoyo de Europol a la investigación
Alemania, los Países Bajos y Europol crearon un grupo de trabajo operativo destinado a acabar con este grupo criminal. Además de organizar y financiar varias reuniones operativas, Europol proporcionó comprobaciones de bases de datos, apoyo analítico y facilitó el intercambio de información en esta investigación. El día de la acción, personal de Europol se desplegó sobre el terreno para proporcionar apoyo analítico en tiempo real y cotejar la información operativa con las bases de datos de Europol.