Dos funcionarios atacados por sendos internos que acabó con un empleado público con una fisura en la mandíbula y pérdida de dos dientes
Los sindicatos de trabajadores penitenciarios Asociación Profesional de Funcionarios Penitenciarios –APFP y Tu Abandono Me Puede Matar –TAMPM denuncian que el fin de semana en la prisión de Zuera se ha saldado con dos trabajadores de prisiones atacados por internos muy agresivos que acabaron con lesiones graves.
A primera hora del viernes, en un módulo de alta conflictividad del centro, un interno muy joven encarcelado por varios delitos, y que ya se había tenido problemas en el trato con los trabajadores penitenciarios, recibió a los funcionarios de su departamento con un palo de escoba en la mano con el que les amenaza. Este individuo se atrincheró en su celda lanzando los objetos contra los funcionarios, así como dando golpes y patadas a la puerta, golpeándose también la cabeza contra las paredes.
Cuando los funcionarios pudieron acceder a su celda para contener su agresividad, el interno los atacó a golpes con puñetazos y patadas; dificultando mucho su reducción. Uno de los golpes alcanzó a un trabajador penitenciario, fisurándole la mandíbula y arrancándole dos dientes.
Durante la jornada del sábado, y en otro departamento, un interno problemático se niega a hacer caso a los funcionarios que le piden que respete la fila de la cena y grita a la funcionaria asignada para su vigilancia: “vete a tomar por el culo”, “te voy a matar”, abalanzándose sobre ella brazos en alto, siendo contenido en ese instante por otros internos presentes.
Desde los sindicatos APFP y TAMPM de éste centro penitenciario denuncian la progresiva pérdida de autoridad del funcionario de prisiones, remarcando que la misma es consecuencia de las políticas penitenciarias que tratan a los delincuentes como no-responsables de sus acciones o miran hacia otro lado. “De estas políticas equivocadas somos víctimas los trabajadores y sus gestores de los centros, pero también lo son claramente toda la sociedad, dado que se imposibilita llevar a cabo con garantías el servicio público esencial que somos las prisiones”.
Reiteran la necesidad imperiosa de medios materiales y humanos para el ejercicio de su profesión y exigen medidas reales ante la nueva delincuencia, la enfermedad mental, las bandas organizadas y la violencia extrema dentro de prisión. Además, apuntan también a la falta de profesionales y recursos sanitarios, “seguimos abandonados frente a un silencio cómplice del Ministerio del interior”.