No es novedad que la Policía Nacional no cubre las necesidades operativas del día a día en Ceuta, entre otros lugares. Son muchos los policías que trabajan con el chaleco caducado o sin él, con los zetas con destrozos y arreglos para salir al paso, uniformidad que no llega, instalaciones en estado lamentable… CEP ha denunciado la “dejadez” de los altos cargos y el “abandono” que sufren los efectivos.
La situación, que lleva siendo lamentable en muchos puntos del territorio nacional, empieza a colmar el vaso. Así pues la Confederación Española de Policía (CEP) ha denunciado públicamente en aras de que se ofrezcan soluciones ante lo que muchos consideran “falta de respeto”.
Particulares han sido las imágenes que ha conseguido EL Faro de Ceuta, donde se muestra el estado muy mejorable de las instalaciones de una comisaría en Ceuta. En éstas se puede apreciar a agentes sentados en cajoneras por la falta de sillas, goteras que llevan mucho tiempo sin solucionarse y humedades.
”Tantos años estudiando para lograr ser funcionario de carrera y terminar sentado en una cajonera al más puro estilo de las policías de países subdesarrollados…”, reza el testimonio de uno de los perjudicados. Ese es el plantel al que se enfrentan cada día uniformados del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC).
”¿Este es el futuro que nos espera (…)?”, comentaba otro haciendo alusión a las pasadas solicitudes de mejora que quedaron en tierra de nadie. Algunos han sufrido lesiones o daños a causa de este problema. Lo que ya queda preguntarse, seriamente, es si a los superiores les importa la situación de los subordinados. Según explican los funcionarios, “los que mandan” lo ven cada día, “es de vergüenza e intolerable que los policías se tengan que humillar de esta manera”.
Lo que se vive en Ceuta es de juzgado de guardia para muchos, ¿habrá respuesta? ¿Continuarán en una situación fuera de lugar en su día a día? ¿Existirá preocupación en la Policía Nacional por sus trabajadores? Por el momento, “vestuarios llenos de agua y humedades” -con el consiguiente deterioro de los uniformes-, “falta de dotación de chalecos antibalas” -normalmente se tienen que prestar entre compañeros-, “desprotección” y el “abandono” son la tónica habitual.