La asociación de trabajadores penitenciarios Tu Abandono Me Puede Matar –TAMPM- denuncia públicamente la situación de acoso, violencia verbal y psicológica que padece una funcionaria de prisiones en la prisión de Tahíche en Lanzarote.
Unos hechos denunciados que se remontan a la semana pasada, cinco de Mayo, por un interno de origen magrebí, que viene protagonizando salidas de tono habitualmente y que ha convertido la violencia verbal y psicológica hacia el personal funcionario casi en un “estilo de vida”.
Unas situaciones, como denuncia TAMPM, que van a más desde que la población reclusa de este país ha tomado perfecta conciencia de que, desde las ultimas Instrucciones de Servicio dictadas por nuestra Secretaria General de Instituciones Penitenciarias criminalizando al personal funcionario en sus relaciones con los privados de libertad, casi cualquier cosa que nos hagan o digan, “sale prácticamente gratis”.
Este individuo, que suele mostrar problemas para aceptar cuantas indicaciones le hagan el personal penitenciario femenino de esta Institución, ha protagonizado en esta ocasión otra vuelta de tuerca.
Tras haber recibido las indicaciones oportunas de la funcionaria de prisiones por una actitud, cuando menos, corregible, el individuo las acepta de muy mala gana, y es después del cierre de celdas, tras el almuerzo y después de las 15:30 cuando suenan las alarmas, y es que el individuo se ha autolesionado con unas cuchillas, con lo que se hace preciso localizar al Facultativo de guardia, y trasladarlo a la Enfermería del mismo para que sea atendido y valorar sus heridas autoinfligidas.
Es en ese traslado cuando separándose del grupo con gran excitación y dirigiéndose a esta trabajadora con una desmedida violencia, la amenaza, “te voy a matar, a ti, a tu marido, a tus hijos, te voy a rajar, te voy a cortar el cuello, voy a hacer que os pongan una bomba, os voy a matar a todos”.
La situación no fue a más dado que fue preciso reducir al individuo en esa precisa espiral de violencia que comenzaba a protagonizar, siendo necesario aislar tanto al sujeto como a la funcionaria, madre de familia, que empezaba a protagonizar una crisis nerviosa, para preservar su salud.
Pero no quedó aquí la cosa, en menos de dos horas, el responsable accidental del Centro, un Subdirector, considera que la situación ni es tan grave ni que la salud psicológica de la funcionaria de prisiones, quebrada en ese momento por la situación, es merecedora de mayores atenciones, por lo que no duda en devolver a esta persona, “libre de ataduras” y de cualquier reprobación moral al mismo sitio donde se encuentra ella, enseñoreado, con la mayor de las libertades para poder en ese momento, si le place, cumplir sus amenazas sobre ella.
La crisis nerviosa acabo desembocando en un cuadro agudo de ansiedad, que fue preciso tratar en un centro médico tras verse obligada a abandonar su puesto de trabajo.
“Es de especial relevancia el hecho de que éste individuo, en sus calculadora ansia para poder acceder a ella, no duda un segundo en practicar la violencia física que haga falta sobre si mismo, si con ello garantiza una posibilidad de estar cerca y cumplir sus amenazas sobre esta mujer, servidora pública, por lo que no se le escapa a ningún buen padre de familia que esta persona, primero, atesora una profunda maldad, y segundo, dada su trayectoria social, como delincuente convicto y no como hermanita de la caridad, es más que razonable que cumpla sus amenazas, más aún cuando ignoramos si este individuo se ha radicalizado en prisión, vivero del terrorismo islámico en España, y los contactos que pueda tener en el exterior para poder cumplirlas”.
TAMPM solicita el cese inmediato del subdirector por no velar por la salud de la funcionaria de prisiones como lo obliga la ley
Desde la asociación TAMPM solicitan el cese de este Subdirector, responsable del CIS Ángel Guerra, dado que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales les obliga a preservar la salud no sólo física de esta trabajadora, sino también la psicológica, y por todo lo expuesto consideran que nada ha estado más lejos de este imperativo legal que ésta actuación por parte de este Subdirector, obligado en todo momento a preservar la salud psicológica de esta madre de familia.
Desde que está la extrema izquierda en el poder, todos los empleados públicos dedicados a la seguridad ciudadana habéis visto mermados todos vuestros derechos y con ellos toda vuestra autoridad. Quienes os respetamos somos solamente la gente de bien, los ciudadanos que no tememos nada, quienes os vemos como ángeles guardianes. La gente de mal vivir os agrede, os insulta y os vilipendia. A ver si se pira este desgobierno y entra gente con un mínimo de sentido común que os devuelva la dignidad que, como agentes de la autoridad y seguridad ciudadana, os han quitado. Ojito a quién votáis.
Los españoles a trabajar para mantener a estos delincuentes,que nos importan.Y no,no son exiliados de guerras ni de hambrunas,son futuros soldados para,a la voz de sus amos,desestabilizar España.A ver si nos enteramos de una vez que el aceite y agua jamás podrá ser una amalgama:o ellos o nosotros.