Columna de Ricardo Magaz en h50 Digital Policial. “CRÓNICAS DEL NUEVE PARABELLUM”.
“De prisiones, putas y pistolas” es el título pendenciero del último libro de Manuel Avilés. Un excelente volumen que sorprende ya por la portada. Al fin y al cabo, Avilés tiene el don del narrador. Sus historias interesan desde la primera línea.
“De prisiones, putas y pistolas” es, efectivamente, lo que parece, un libro de memorias, editado por el sello Alrevés, que habla de cárceles, de prostitutas y, por supuesto, de las parabellum de la banda terrorista ETA.
Derrotar a ETA
Avilés, funcionario de prisiones ya jubilado, es jurista y escritor con una larga nómina de obras en las estanterías. En su trayectoria lidió en penales de todo pelaje. Antonio Asunción, entonces secretario general de Instituciones Penitenciarias, luego ministro del Interior, le nombró director de la cárcel de Nanclares de la Oca con el encargo personal de que pusiera en marcha la “Vía Nanclares” para acabar con ETA aprovechando las fisuras en la organización criminal. Y Avilés lo logró contra todo pronóstico. La banda puso inmediatamente precio a su cabeza y la vida se llenó de escoltas y coches blindados. Muchos le daban por muerto.
Leyenda
Coincidí hace poco con Manuel Avilés presentando en la Semana Negra de Gijón, aunque no pudimos vernos. Cuando hablas con él te queda el regusto de haber charlado con un dómine de la buena sátira sureña y una leyenda viva de la lucha contra el terrorismo.
Best seller
“De prisiones, putas y pistolas” es seguramente uno de los mejores libros que he leído en el último año. Con una prosa descarnada y repleta de verdad, Avilés administra la jerga “taleguera” con precisión de neurocirujano hasta convertirla en un valor añadido en una obra que va camino de best seller del género. Buena literatura y honestidad.
(*) Ricardo Magaz es profesor de Fenomenología Criminal en la UNED, ensayista y miembro de la Policía Nacional (sgda/ac)
