El cacheo es el registro personal, consistente en la exploración superficial externa del cuerpo, ropa e indumentaria, incluyendo objetos personales o equipaje de mano.
Tiene como finalidad descubrir objetos no permitidos o peligrosos,efectos del delito o medios de prueba ocultos entre la ropa o el cuerpo del sospechoso.
Todo Policía, en algún momento ha realizado algún cacheo. Bien por haber tenido indicios racionales que lo aconsejen, o por razones de seguridad, antes de realizar un ingreso en los calabozos.
Pero muchas veces, la dejadez o el exceso de confianza, conducen a que no se lleven a cabo, o a no hacerlos debidamente.
La rutina es el mayor enemigo del Policía.
En el siguiente vídeo se puede ver como una persona engrilletada entra en una comisaría.
Esa persona que, en principio debería estar cacheada, no lo está, y nadie lo comprueba tampoco.
Pues bien, el hombre portaba un arma escondida. Por suerte, decide voluntariamente entregarla a los agentes. No siempre podemos depender de la buena voluntad de la persona que tenemos delante o de la suerte.
Por norma general una persona que porta un arma encima, está dispuesta a usarla.
En el siguiente vídeo, se ve otra persona detenida esta vez en un vehículo policial, el cual va sin engrilletar (pero eso lo trataremos en otro artículo)
Se saca una pistola y la manipula dentro del vehículo policial. Afortunadamente uno de los agentes se percata y logra arrebatársela.
Otra vez el cacheo preventivo ha fallado y les pudo costar la vida.
Publicamos hace poco un artículo sobre las “frases del caimán”. Una de esas frases viene son pelo en este caso. “Vale más un día en la calle, que diez años en la academia”. https://www.policiah50.com/frases-de-caiman/
Hay que actuar siempre como si la persona que vamos a identificar / detener pudiera portar un arma. Mantener la distancia de seguridad, nunca bajar la guardia y tomar todas las medidas de precaución necesarias.