El aumento de la demanda de atención médica urgente, debido entre otras cosas a las enfermedades estacionales y al resto de patologías, unido al cierre de camas durante navidades, ha derivado en una situación insostenible exacerbada por la falta de refuerzo de personal en todas las categorías profesionales necesarias para una atención adecuada.
Denuncian que la creciente llegada de pacientes ha superado con creces la capacidad operativa del hospital La Paz y la falta de refuerzo en áreas clave como medicina, enfermería, celadores, personal administrativo y técnicos superiores, está generando una presión cada vez mayor tanto en los pacientes como en los profesionales.
La falta de previsión por parte de la administración, unida a la presión asistencial y la inadecuación de la plantilla de profesionales de urgencias y del resto de servicios del hospital, han convertido esta situación en insostenible poniendo de manifiesto que el plan de contingencia que se puso en marcha el día 30 de diciembre 2024 sea, una vez más, insuficiente e ineficaz.
Desde CSIT Unión Profesional, exigen de manera urgente las siguientes medidas:
- Aumento inmediato del personal en todas las categorías necesarias para el funcionamiento del servicio de urgencias (médicos, enfermeras, técnicos, administrativos, etc.).
- Adecuación de los recursos materiales para garantizar una atención eficiente y de calidad a todos los pacientes.
- Compromiso por parte de la dirección para mejorar la planificación y gestión de los recursos humanos y materiales en situaciones de alta demanda para no llegar a situaciones de colapso.
- Atención urgente a las condiciones laborales del personal sanitario, que se encuentran agotados y sobrepasados, para evitar un colapso aún mayor del sistema.
Remarcan que el servicio de urgencias del Hospital Universitario La Paz consta de 6 salas con un total de 82 camas atendidas por 16 Enfermeras,16 TCAES, 5 Médicos adjuntos y 10 celadores; Además existe una sala con 10 sillones atendido por 2 enfermeras y una TCAE, y una zona de consultas en la que se atienden más de 50 pacientes por turno con dos enfermeras y una TCAE.
“En los últimos días, el número de pacientes que necesitaba cama, superaba con creces los 100, llegando a haber más de 90 pacientes pendientes de ingreso.
Los enfermos están esperando en condiciones inadecuadas durante horas (más de 24 horas en un sillón, camas en los pasillos, varios días en urgencias pendientes de ingreso…) sin que se les pueda prestar la atención adecuada en un tiempo razonable, lo que puede incrementar el riesgo de complicaciones y agravar la situación de salud de quienes acuden al servicio de urgencias.
El pasado día 7 de enero, se abrieron las camas de hospitalización que previamente se cerraron y se convirtieron habitaciones individuales en dobles sin el necesario aumento de plantilla para atender este incremento de actividad.
Es fundamental destacar que la situación exige una intervención urgente, que pasa por el aumento de los recursos humanos y materiales, en los servicios afectados por el incremento de actividad.
Los profesionales están trabajando por encima de sus capacidades, a un ritmo inhumano, sobrepasado por la cantidad de pacientes y las pésimas condiciones de trabajo, lo que afecta directamente a la calidad asistencial y a la seguridad de pacientes y profesionales”.