Veo las duras reacciones que tenemos los seres humanos hacia las personas que se equivocan públicamente y francamente me entristece.
Parece que se nos esté olvidando todas las veces en las que nosotros hemos metido la pata y que agradecemos, que los que están a nuestro alrededor no se rían de nosotros, ni nos ridiculicen.
Olvidamos que el error es parte de la enseñanza y que a lo largo de la vida esos errores bien enfocados, harán que seamos mejores personas y mejores profesionales.
Nos echamos las manos a la cabeza cuando vemos a un niño siendo cruel con otro y nos olvidamos, que ellos son nuestro reflejo, hacen aquello que han visto en casa y son igual de duros que sus progenitores, cuando hablan de terceras personas que no conocen y las critican ferozmente por sus errores.
Dicen que rectificar es de sabios, pues dejemos que cuando alguien se equivoque rectifique.
Empecemos a tratar a los demás, como nos gustaría que nos tratasen a nosotros, estando en su lugar.
Autora: Olga Maeso. Página Olgamaeso – olgamaeso