En febrero la Dirección General de la Policía anunciaba la compra de mil vehículos nuevos para que los agentes puedan patrullar las ciudades españolas con vehículos de última generación.
Se trataba de la incorporación de 942 vehículos eficaces en el tránsito hacia la descarbonización, 300 unidades de Peugeot 3008 Hybrid y 642 unidades de Citroën C5 Aircross para su uso general como coche patrulla.
Si bien un sindicato policial, Alternativa Sindical Policial en la provincia de Valencia ha criticado en redes sociales la adquisición del coche Citroën C5 Aircross, concretamente manifiestan que “cuando compramos un coche..lo primero es pensar en las necesidades que tenemos..este es un claro ejemplo de cómo no hacer las cosas..el material no cabe en el maletero, un simple escudo no nos cabe. Pero tampoco se puede acceder al USB , y por supuesto vienen sin GPS. Si hablamos del habitáculo.. estrecho, no nos podemos casi mover…claro ejemplo de gestión nefasta. 642 vehículos que no nos sirven“.
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El coche Citroën C5 Aricross adquirido por la Dirección General de la Policía, es, con sus 4,50 m, uno de los SUV compactos más largos del mercado, y está disponible en el mercado con dos propulsores de gasolina de 130 y 180 CV y dos diésel de idéntica potencia. Los SUV de 130 CV pueden tener cambio manual o automático de ocho marchas, mientras que los más potentes sólo pueden llevar la caja automática de ocho relaciones, pero hasta el momento se desconoce la motorización de los coches adquiridos.
Pues es muy fácil la explicación. El que compró los coches no patrulla, ni le preguntó a nadie que patrulle. Y así con todo en esta empresa.