De verdad no me gustaría vivir en esta era de gente insegura, de zombis, de seres humanos convertidos en robots que repiten el discurso político y de medios de forma fanática. Se hiere a esos héroes que expusieron su vida por nosotros renunciando a proyectos y familia y que tienen su derecho a cenar porque cumplen la ley.
Alabo el trabajo de los sanitarios que están luchando en primera línea y que también tienen derecho a libertad, a disfrutar de tiempo personal y a minutos de desconexión para volver a coger bocanadas de oxígeno después de ser testigos de verdaderas tragedias día tras día en su puesto de trabajo y que todavía hace frente a la adversidad a pesar de están en marcha el calendario de vacunación con la tercera dosis. Pero claro… Es más fácil dilapidar a estos profesionales y unirse a este boicot contra la hostelería que a pesar de todo sigue posicionándose como el lugar mas seguro. Poco se habla de las marabuntas de gente que salen como toros del redil sin distancia ni mascarillas y en lugares donde la incidencia de Covid es muy alta, todo sea para poder difundir ese selfie rodeados de luces led que ni tan siguiera consiguen vislumbrar la acechante amenaza del Covid.
Es curioso que haya gente que critique a discreción a los sanitarios de Málaga que se contagiaron tras una cena de Navidad y a una cena. Si, una cena. Críticas hacia aquellos que salvan la vida a miles de personas y ahora se les pone en el punto de mira sin contemplaciones.
Hay gobernantes de rompe y rasga y me atrevería a decir con el coraje y personalidad suficientes para presidir una nación como Isabel Díaz Ayuso que respeta la libertad individual y la responsabilidad. ¡Bravo! por esas decisiones para no teñir la Navidad de amargura.
El mejor medio de control mental es el miedo y catastrofismo y hay una campaña de manipulación de masas e informaciones contradictorias. Se dice la vacunación no cubre la cepa omicron pero en algunas cadenas se afirma que la tercera dosis de Pfizer es efectiva para dicha cepa… Algo curioso que se afirme de forma tan rotunda sin ver lo que el tiempo sólo sabe.
Basándonos en conocimientos científicos dispares, los permitidos, no permitidos y censurados, os invito a argumentar y huir del insulto. Las campañas de concienciación no es acoso ni cerco. Convencer si pero no obligar. Nos hace mucha gracia desde el punto de vista de la Psicología que el acoso de políticos y medios deteriora mentalmente y es absurdo que los creadores del mismo empleen dinero para recuperar la salud mental cuando ellos mismos la generan.
Bastará cambiar a situación y obrará milagros. Similar cuando vives con personas tóxicas. No ha lugar a antidepresivos sino a abandono del entorno tóxico, amenazante y desequilibrante. Difiero y pienso como ser libre, con razonamiento y no imposiciones.
Por los sanitarios que han creado vidas igual que el alfarero crea su obra. Ellos si son la luz de Navidad.
Autora: Pilar Enjamio Furelos | Psicóloga, escritora y colaboradora en medios de comunicación