La Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) resalta que, en las actuales condiciones, el paso de mercancías por la frontera de El Tarajal estará controlado diariamente por una media de entre dos y cuatro guardias civiles por turno, a los que corresponderá vigilar el trasiego de una media de 20.000 personas diarias y no menos de 3.000 vehículos.
“Está clara la desproporción entre el objetivo y los medios para lograrlo” ha declarado al pie de valla de separación con Marruecos el secretario general de JUCIL, Ernesto Vilariño, quien ha acudido a Ceuta para rememorar que hoy martes, 17 de mayo, se cumple un año de la avalancha humana que penetró en la ciudad tras sobrepasar las vallas que separan España de Marruecos en este lugar del norte de África. Una avalancha cifrada en casi diez mil personas que obligó a recurrir a la intervención del Ejército para detenerla.
JUCIL teme que la inminente reapertura de los pasos fronterizos entre Ceuta y Marruecos genere nuevos altercados ante el anuncio del país vecino de que intentará controlar el denominado comercio atípico, es decir; el paso de mercancías hacia las ciudades marroquíes transportado a pie por miles de porteadores y, sobre todo porteadoras, que introducen así en el país africano fardos de productos que terminan en las estanterías de los supermercados y evitan la fiscalidad de la frontera.
“Nada ha cambiado”
“Estamos hoy en Ceuta para recordar que, pese a las promesas de los políticos, nada ha cambiado en esta frontera” ha asegurado Vilariño.
“En Ceuta estimamos que hace falta un aumento de la plantilla en torno a los 200 agentes y la creación de una Unidad de Seguridad Ciudadana” ha dicho el secretario general de JUCIL, quien ha precisado que los 6,3 kilómetros de vallado fronterizo están en buen estado, pero no hay agentes destinados en el control del mismo, sino que de ocurrir algún salto se envía a las unidades de seguridad ciudadana ya de por sí escasas” , ha comentado Vilariño, quien ha estado acompañado por el secretario de Comunicación de la Asociación Profesional, Agustín Leal.
Falta de medios y de personal. Despliegue del ejército
En las actuales condiciones no hay personal para atender la vigilancia de la valla, el control de los pasos fronterizos por tierra y la llegada de viajeros al puerto a través de los ferrys que cruzan el Estrecho de Gibraltar”, enumera Ernesto Vilariño.
“En estas circunstancias, JUCIL pide que el Gobierno estudie desplegar al ejército de manera puntual para reforzar y garantizar la seguridad a través de los pasos fronterizos con efectivos destinados en la actualidad en Ceuta y Melilla”, puntualiza el representante de JUCIL.
Propuestas de mejora
Ernesto Vilariño ha mantenido además un encuentro con el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Jesús Vivas, del PP, a quien ha presentado un informe elaborado por JUCIL con tres grupos de propuestas de mejora concretas para el refuerzo y la modernización del paso fronterizo de El Tarajal.
“JUCIL defiende y lucha por la equiparación salarial de guardias civiles y policías nacionales con otros cuerpos policiales, como los Mossos D’Esquadra o la Ertzaintza, lo que no nos impide trabajar para mejorar las condiciones laborales de los guardias civiles en todos sus puestos. Por eso hemos elaborado un informe con las mejoras que entendemos necesarias para dar más seguridad a los ciudadanos y más capacidad de trabajo de calidad a los agentes que prestan sus servicios en estos pasos fronterizos”, ha explicado Ernesto Vilariño.
“Este refuerzo y modernización del paso de El Tarajal es más que necesario dada la afluencia de gente que se espera. En la etapa anterior a la pandemia provocada por el coronavirus cruzaban del orden de 20.000 personas diarias y unos 3.000 vehículos. Para el control del paso fronterizo ante este número abrumador de personas hay del orden de 2 a 4 guardias civiles y en torno de 15 a 20 integrantes del Cuerpo Nacional de Policía.
Refuerzos también en el puerto
JUCIL reclama y propone que se refuercen los sistemas de control y la plantilla que lleva a cabo su servicio en el puerto de la ciudad, ya que en la Estación Marítima a la que arriban y de la que salen los ferris con destino a la Península cuenta en la actualidad con 1 ó 2 guardias civiles por turno y de 2 a 3 policías nacionales, además de 1 ó 2 guardias civiles especialistas mecánicos encargados de buscar escondrijos e infraestructuras ocultas en los vehículos, junto con 1 ó 2 guías caninos.