“¿Qué fue lo que le sucedió?”, “¿qué ocurrió aquel fatídico 14 de octubre?”, “¿con quién se encontró?”, “¿qué motivó su desaparición?”. Son muchas las hipótesis que existen alrededor de este caso y muy pocas las respuestas que se obtienen del mismo.
Hasta el momento, lo único que se sabe es que Miguel Ángel a la edad de 32 años desaparece en Jaén, tras acudir a la Feria de San Lucas; sin que nadie conozca dato alguno sobre qué circunstancias rodean su caso. Cabello largo liso y negro, complexión atlética,1,72 de estatura y rostro alargado son los datos que han sido facilitados relativos a su fisionomía.
Ciudadano de nacionalidad colombiana, lleva desaparecido desde mediados de octubre.
Familiares y amigos ansiosos esperan su retorno sin dar explicación razonable sobre qué fue lo que pudo originar su desaparición. Solo les queda confiar en él Juzgado de Instrucción Número 4 de Jaén que lleva el caso.
A pesar de haber tenido lugar un sinfín de interrogatorios tanto a parientes como a los propios compañeros de piso del joven, no existen hipótesis certeras en torno a la búsqueda de éste. Bien es cierto que, en un primer momento, se tuvo sospecha sobre un conocido cercano a Miguel Ángel que, en el momento de ser interrogado formalmente, desaparece; dejando una laguna importante para/con el caso.
El ánimo que perseguían los investigadores era el esclarecimiento relativo al vínculo entre una agresión padecida por este último, en el mes de septiembre, y la desaparición de Miguel Ángel.
Su madre, desde Colombia, sufre día tras día, la incertidumbre que trae consigo la desaparición de su hijo. El joven vivía en Peñamefécit – barrio céntrico de Jaén – manteniendo contacto semanal con su progenitora.
Tanto su ex mujer Claudia Taimal, como sus vecinos y amigos, se muestran devastados.
Padre de dos hijos menores y con conocimientos de peluquería – barbería, se comportaba como un ciudadano más hasta el momento de su desaparición.
La denuncia en dependencias policiales fue interpuesta el 14 de octubre de 2018, resultando extraño el testimonio de dos vecinos de la zona que acreditan haber mantenido conversación con éste, dos días después de la ejecución de la denuncia.
Salvo las dos testigos citados, los cuales aseveran haberle visto, nadie más se ha topado con él.
El joven Miguel llegó a Jaén capital en noviembre de 2017, llevando a cabo una vida absolutamente normalizada en dicha ubicación.
Tanto su hija de ocho años como su hijo de diez, mantienen su recuerdo vivo al, cada día, pregunta a su madre, y ex mujer de Miguel Ángel por el paradero de éste. Verbaliza la familia no saber qué ficha mover puesto que, hasta el momento, no se conoce dato alguno sobre su persona. Persiguiendo su hallazgo, son innumerables los carteles que han sido difundidos por las calles de Jaén, así como por las Redes Sociales.
Una vez más, apelamos a la colaboración ciudadana en los teléfonos 112, 062 y 091.
Todo dato puede convertirse en ese añadido requerido que permita, finalmente, establecer contacto con el joven.