Con cuatro ases la democracia pierde la partida

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Brau Lopez*

Pensaba que la partida había terminado y resulta que parte de los jugadores han decidido volver a sentarse a la mesa.

Gente de mal perder, frustrados crónicos e interesados en la política están por la labor de comenzar una partida que ya de antemano huele a trampa. Sediciosos embriagados de independencia, una parte de la judicatura o de la fiscalía pareciendo más parte que arbitro y cuatro policías que sin quererlo se ven obligados a sentarse en una fría timba en la que no se pueden fiar de nadie.

Si el ardiente octubre catalán del 2017 fue sufrido por las Fuerzas y Cuerpos de seguridad como un reto de superación en el mismísimo infierno, lo de sentarse en el banquillo para ser juzgados por cumplir con el mandato judicial de defender el estado de derecho, la democracia y el orden constitucional supone llevarles ante un verdugo sin posibilidad de defensa.

Es irritante ver como aquellos que montaron un referéndum de independencia ilegal, esos mismos que cercaron la Consejería de Economía secuestrando a una secretaria judicial y a los funcionarios al tiempo que reventaban los vehículos de la Guardia Civil. Aquellos que lanzaban ácido y cócteles molotov a la Policía Nacional y a los Mossos de Squadra, esos que proclamaron una declaración ridícula de independencia tan efímera como un estornudo, los que malversaron el dinero público de todos para montar una fiesta pagana con esteladas, castellers y CalÇotadas, todos los que participaron en la insurrección y en el caos de manera activa adoquín en mano o de forma pasiva sentados en el escaño de un parlamento bien mirando para otro lado o bien permitiendo que todo ocurriese tal y como estaba planeado.

Vivimos en una sociedad tan enferma de valores que los que atacaron entonces hoy se sienten ofendiditos y acuden a los tribunales exigiendo justicia reparadora y castigo para los policías que se dejaron la vida “literal” por poner cordura donde sólo había locura y descontrol. Es verdaderamente injusto que los servidores públicos se vean en esta aberrante tesitura y mucho más sabiendo quiénes son los que les señalan.

Sobra la moraleja en un cuento en el que el bueno es el que pierde y termina devorado por un lobo al que le queda grande la piel de cordero.

Es sabido que eslabón más débil de la cadena es el que queda desenganchado a merced de soltarse por completo y perderse. Nadie hace nada por parar esta locura, nadie con potestad para hacerlo parece tener voluntad de dar un golpe en la mesa y con valentía defender a policías y guardias civiles hostigados por todos lados solamente por ser abnegados y comprometidos profesionales.

La partida comenzó en el 2017 con un golpe de estado por parte del independentismo catalán más radical y ahora pretenden finiquitarla llevando a juicio a cuatro excelentes policías. Cuatro ases que no serán suficiente para ganar una partida que ya de inicio estaba viciada.

La vida da muchas vueltas y lo que hoy se odia igual mañana se añora tanto que se termina implorando para que vuelva.

Sirva este artículo para mostrar mi apoyo incondicional a todos los policías que en aquellos difíciles días disteis lo mejor de vosotros mismos para proteger el orden constitucional de aquellos que querían romper España. Somos muchos los que os respaldamos y nos sentimos orgullos de vuestro compromiso.

Ánimo a los 4 Ases, compañeros no estáis solos.

 

Brau López

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