Se trata de un delincuente común, zonal, especializado en una modalidad delictiva. Lo que loa convierte en peculiar es el uso de calzoncillos para cubrirse la cara y calcetines en las manos. Usaba un destornillador para abrir las persianas metálicas y sustraer los escaparates.
Es un español de unos 40 años. Su objetivo principal eran los restaurantes, con cajas y propinas. Actuaba solo y de noche. Costó 7 meses de investigación
La investigación comenzó a principios del mes de mayo cuando en repetidas ocasiones se cometían robos en los distintos locales del distrito de Villa de Vallecas. Tras analizar todas las denuncias, los investigadores detectaron que todos tenían algo en común, y es que cuando los trabajadores abrían el negocio por la mañana, se encontraban los escaparates fracturados.
Los agentes comprobaron que en tan solo cinco meses cometió 19 robos con fuerza en distintos distritos del sur de la Comunidad de Madrid tales como Puente de Vallecas, Leganés, o Villa de Vallecas entre otros.
Su último asalto ocurrió a finales del pasado mes cuando salía de una cafetería de la capital donde los policías le localizaron ‘in fraganti’ con la cara tapada con un calzoncillo negro, una gorra negra y unos calcetines en las manos.