Debido a una creciente proliferación de delitos de estafas durante la contratación de seguros de coches surgidos en nuestro país, la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Cantabria emitió un comunicado recomendando a la ciudadanía que adopte las precauciones ante tipo de hechos.
Pero, ¿Cómo detectar que estamos siendo objeto de una estafa en nuestro seguro de coche?
En este artículo trataremos de dar respuesta a esta cuestión, a través de unas pautas básicas que nos ayudarán a distinguir entre aquellos seguros fraudulentos de los que no lo son.
Desde un punto de vista jurídico, nuestro código penal es claro definiendo la estafa en su artículo 248.1: ”Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno”.
Huir de los precios chollos
A la hora de contratar un seguro debemos, lo primero, aplicar el sentido común y sospechar de aquellas aseguradoras con precios bastantes más bajos en sus primas que el resto de aseguradoras, los llamados “precios chollos”.
Especialmente porque puede que sus pólizas no cubran los riesgos que realmente deseemos proteger, o directamente el caso que nos ocupa, sea una estafa. Hay que leer la famosa “letra pequeña” siempre.
Evitar pagos en efectivo
Un indicador sospechoso, que podría hacernos tener duda dudas razonables que nos puedan estar “dando gato por liebre”, podría ser que nos impongan el pago en efectivo las primas. Es importante que nos emitan la máxima información y nos entreguen toda la documentación con las condiciones de la póliza y justificantes del pago realizado en el momento de contratar el seguro, siendo lo ideal, tarjeta de crédito o adeudo bancario.
De esta forma, justificaremos fehacientemente la contratación del seguro de nuestro coche y así “curarnos en salud” a la hora de posibles reclamaciones. Los pagos en efectivo siempre generan mayor desprotección en estos casos.
Registro público
También debemos saber que existe un registro público donde las aseguradoras y reaseguradoras establecidas legalmente deberán estar obligatoriamente dadas alta. Dicho registro puede ser consultado por cualquier usuario ante la Dirección General del Seguro, así como en numerosos sitios web que contienen datos oficiales.
Folletos de propaganda
Desconfiar de los folletos propagandísticos donde la información no sea clara y que presente un contenido explicativo confuso, ósea, de una empresa de la que no encontremos ningún tipo de información en internet, entre otros…
No caer en la trampa de las agresivas campañas de marketing de origen desconocido, donde nos ofrezcan regalos o dádivas para contratar sus servicios. Hay aseguradoras fraudulentas que engatusan a los clientes con “quitamultas”, servicios de ITV e incluso, salidas del depósito municipal del coche en caso de que sea retirada por la grúa en cuestión, sin perjuicio para el cliente. Estos servicios normalmente no son cubiertos por las compañías de seguros de auto.
Spam
Los estafadores en esta rama normalmente captan a sus víctimas en envíos de email masivos tipo spam con información falsa, canales de anuncios anónimos, etc..
Disfraces
¡Ojo y muy importante!: los estafadores de este tipo de delitos se disfrazan también bajo la falsa apariencia de corredores de grandes compañías aseguradoras por todos conocidas, creando en el posible cliente una posible tranquilidad que le haga bajar sus defensas de alerta.
Así pues, siguiendo estas sencillas pautas, podríamos evitarnos ser víctima de un tipo y ahorrarnos posteriores dolores de cabeza y disputas judiciales.
Ante la duda, siempre consultar a profesionales del sector o en los organismos oficiales, quiénes podrán orientarnos debidamente y evitar que acabemos contratando un seguro de coche fraudulento.
David Luis Hernández
Abogado del Ilustre Colegio de Abogados de S/C de Tenerife
davidluhe@gmail.com