¿Libertad de expresión o falta de respeto? ¿Arte o provocación? El debate está abierto. El pasado 4 diciembre aparecía este cartel en la plaza del Castillo, justo donde se sitúa el Parlamento de Navarra, el que figuraban dibujados dos policías forales besándose apasionadamente y agarrados de la mano. En cuestión de horas apareció arrancado.
Cada cual tendrá su opinión respecto a la idoneidad de esta “obra” y no nos cabe duda que se podrá discutir sobre los límites que conllevan la libertad de expresión: ¿ampara este derecho constitucional a quien usa la vía pública para caricaturizar a un cuerpo policial?; o tal vez, ¿ampara aquel que, en el uso de este mismo derecho, desaprueba este tipo de manifestaciones artísticas o ideológicas por considerarlas ofensivas o inapropiadas?
Poniéndonos en situación, este mismo ciudadano anónimo habría plasmado semanas atrás un cartel similar representando la figura de las máximas responsables políticas de PSN y EH Bildu, María Chivite y Bakartxo Ruiz. Dicho cartel fue supuestamente arrancado por una patrulla de policías forales, hecho del que rápidamente de desvinculó el Ejecutivo navarro.
Pues bien, parece que el contraataque del autor ha consistido en inmortalizar en el mismo lugar, el controvertido cartel objeto de este artículo, de dos policías forales besándose de uniforme. La respuesta de la Policía Foral tampoco se ha hecho esperar.
A través de su cuenta oficial de Twitter ha optado por el humor y ha agradecido la “obra” a su autor y cita: “El amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males”.
Vivimos tiempos difíciles, se acerca la Navidad, el bicho sigue ahí…
"El amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males"
Gracias #LKN eskerrik asko pic.twitter.com/FeaU6jJC7N
— Policía Foral – Foruzaingoa (@policiaforal_na) December 4, 2020
Una imagen que no representa a la Policía Foral
Con amor o sin él, la imagen de dos policías de uniforme besándose no representa de ningún modo al prestigioso y honorable cuerpo foral. La misión encomendada a sus integrantes, independientemente de sus ideologías u orientaciones sexuales, seguirá siendo servir y proteger a la ciudadanía navarra.
Muchos policías forales han mostrado su malestar por el uso ideológico y malicioso de su imagen, para llevar a cabo reivindicaciones que nada tienen que ver con el cuerpo policial que representan ni con la función que realizan cada día.