El cura violador de Málaga ha saltado a todos los medios. Fran tiene dos caras como cualquier depredador sexual.
Por un lado, su cara buena, la social, hijo de monja de clausura, nacido en 1990 y con 27 años se ordenó sacerdote, después de una vida monacal. Estuvo “destinado” en pueblos como Alora, Burgo o Calatraca, donde un sacerdote joven daba vida al pueblo.
Por otro lado, su cara oculta, le gustaba el alcohol y las fiestas, planificaba viajes donde acababa violando a sus víctimas.
Podemos estar ante un depredador sexual. Según ha trascendido su pareja de Melilla le denunció al encontrar un Cd con videos de agresiones a cinco mujeres a las que previamente había suministrado un fármaco para dormirlas.
Las víctimas no recuerdan nada. Pero las preguntas surgen y han de ser respondidas por la investigación; ¿habrá más videos?, ¿ese Cd estaba clasificado por víctimas, por años…?. Quizás lo descubierto solo sea la punta del iceberg de una actividad sexual violenta y depredatoria… la investigación debe continuar.
Gedeón Pérez