Carta abierta de un guardia civil “tocando fondo”

Hace ya algunos años –allá por enero de 2017-, este humilde agente de la Guardia Civil, escribió una carta motivado por un hecho que consideré un tanto sorprendente a la vez que humillante o, al menos, curioso: La donación de dos coches patrulla por parte del Ayuntamiento de Boadilla del Monte a la Guardia Civil de ese Puesto. Pegatina en la parte trasera incluida del mismo donde se leía bien la nomenclatura de dicho Ayto. Qué bochorno.

Escribo esta misiva nuevamente sin ánimo de que sea leída por mucha gente y, menos aún, que sirva para absolutamente nada más que para expresar mi rabia e indignación, haciendo a su vez de bálsamo o cuasi terapia para con la procesión que llevo dentro ante otro nuevo ejemplo de la decadencia en la que se haya la Guardia Civil. Otro sí digo, me halaga que el Maestro D. Arturo Pérez Reverte me hiciera un retuit de esos en Twitter en su día. Gracias D. Arturo.

El detonante para sentarme a teclear esto esta vez es distinto, pero a su vez es tan sorprendente y tragicómico a partes iguales como lamentable: la petición de donativos por parte del Coronel Jefe de la Comandancia de Léon para celebrar los actos del día del Pilar. Y con número de cuenta y todo en prensa. Es Vd. un grande Coronel, de verdad se lo digo.

No me refiero a ese hombre -como manda las ordenanzas militares-, como mi Coronel, porque si fuera mío, lo mandaría a freír puñetas. O algo más. Pero qué patético y en qué esperpento se ha convertido la Guardia Civil.

No se sorprendan, esto no es nuevo. Lo de mendigar al paisano me refiero, a autoridades públicas o empresarios, siempre ha estado ahí muchos días previos al día del Pilar. Mendigar para roer un trozo de queso manchego, descabezar una gamba o beber un trago de vino tinto el 12 de octubre siempre se ha hecho. La novedad estriba en publicarlo en un periódico y darle difusión. Se pasa a otro nivel. Ya han perdido la vergüenza en esto (si alguna vez la tuvieron). Se abre la veda a otros futuros llamamientos de “donativos” en forma de eurillos calentitos, jureles o mortadelos.

La verdad es que les he mentido un poco, el detonante de esta segunda parte de “tocando fondo” no es simplemente el llamamiento vía prensa a donar unos euros a la Comandancia de León. Llevaba ya este agente de la seguridad pública cavilando un tiempo el ponerme con este texto, ya que, desde enero de 2017, permítanme que les diga, poco o nada ha cambiado la Guardia Civil. Bueno sí, hay menos personal operativo para patrullar las calles y los emolumentos han subido, todo hay que decirlo. Gracias Carles, Oriol y compañía. 

No sé si se han enterado del tiroteo en Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), localidad que sinceramente no sabía ubicar en el mapa su ubicación exacta, pero miren por dónde, suceden cosas graves. Como esta. Vaya por delante mi pésame a la familia del policía local asesinado y el deseo sincero de mejoría a los heridos. Una pena.

No sé si se ha recibido por parte del ciudadano el episodio como otra muestra más de la falta de medios que denunciaba hace años. Y denuncio públicamente. Se quejan los vecinos de la zona que la primera patrulla de la Guardia Civil en llegar no tenían nada más que pistolas de corto alcance y baja potencia. Pero es que antes había llegado una patrulla de Policía Local y otra de Policía Nacional, y eso que es demarcación de la Benemérita; ¿saben por qué pasa esto? Porque probablemente la más cercana estaría a más de media hora de distancia. Apenas hay patrullas de Seguridad Ciudadana miren ustedes. En todas las Comandancias está pasando, incluso ahora mientras leen esto. Si viven bajo el paraguas de la seguridad que debe darle la Guardia Civil y ve un tipo pegando a alguien o haciendo un butrón en una nave, si llaman al 062 o al 112, probablemente le dé tiempo a los rateros a prepararse unos macarrones con carne –incluso una paella- antes de aparecer por allí la primera patrulla. No exagero un ápice. Tiempos de reacción de hasta 1 hora he llegado a escuchar por la emisora. 

En Argamasilla de Calatrava tienen una ración reciente de precariedad de plantillas y medios materiales de la que hablé en mi primera carta y en esta. Una verdadera vergüenza. No tiene visos de cambiar en absoluto.

Pero oigan, que después va la Guardia Civil y les monta en el albero de una plaza de toros una exhibición muy chula de medios, de agentes armados hasta los dientes, de negro, verde, de todos los colores, perros, robots de explosivos, helicópteros, escudos balísticos…. Wuauu, exclama el entregado público. Todo una maldita mentira, una farsa y puro markenting. La jodida realidad es, que cuando se lía el pollo, los que acuden en primer lugar son los “pobres diablos” de Seguridad Ciudadana con una pistola, un coche que con suerte tiene menos de 15 años y ganas de ayudar al ciudadano y resolver el embolao. De eso, sobrado.

Tenemos una mierda de coches patrulla, ¡de qué vamos a llevar armamento más potente si no tenemos un armero instalado en el coche como otras policías!. Tendríamos que dejarlo en el asiento trasero o escondido en el maletero y es un marrón oiga. Mucho rollo de alerta terrorista 4 y bla, bla, bla pero no podemos portar el arma larga con seguridad. Pues no se coge. Arreando.

Lo de los coches patrulla, afortunadamente, al cambiar de destino a otro Puesto más tranquilo, ha mejorado (…). No he visto semejantes mierdas con volante y ruedas en mis años en la Guardia Civil. Menudo desguace de parque móvil tengo ahora en mi Unidad. Una verdadera amalgama de coches con cerca de 20 años alguno. Qué penoso todo. Qué vergüenza me da cruzarme con los de la Policía Local o Nacional. Somos un Cuerpo policial de tiesos  y fiel reflejo de ello, vamos con tartanas móviles.

Malditos sean los responsables de esto y de que sólo les renueven cada relativamente pocos años los coches a los jefes. Los muy vagos sólo salen para mierdas de jefes, reuniones con otros jefes como los Capitanes de Compañía o ir a lamerle el culo al alcalde con la esperanza de conseguir un pintado de su pabellón (su piso) de gorra. Y de paso otras cosas importantes como asistencia a romerías, misas, procesiones o vinitos españoles tras algún acto público. Ayyyy, qué bien lo clavaba Berlanga. La madre que los parió.

Andan rebotados los señores suboficiales dicen, parece que no están conformes con que los pongan a patrullar fuera de sus cortijos, digo, Puestos, aun dentro de su demarcación de Cía. pero claro, eso no puede ser, rompe sus esquemas de tocahuevismo. Para ir fuera de sus dominios y demarcación ya están los guardias civiles, que como no hay patrullas suficientes, deben cubrir avisos en Núcleo Operativo de 200 Km2 o más llevando hasta 15 localidades. Esos sí pueden ir fuera de su demarcación de destino, los guardias, los Sargentos y Brigadas no. Qué panda de flojos vividores.

Todo se andará. Aquí en la Guardia Civil mandan los Generales, esos que tienen cara de estreñidos con fajín rojo y llevan a María Gámez de sarao en sarao. Se vaya a creer Vds. que en la Guardia Civil manda la Directora General. No sean ilusos. Si los adoradores del NODO aprueban la

Orden General y dicen que los Suboficiales cubren turnos de mañana, tarde y noche en la

Compañía, el que no esté conforme que haga el petate y pida la cuenta porque lo van a hacer les guste o no. La baja de larga duración es una opción pasajera y poco probable, al final se señalan y son tan cagados que pocos lo harán. Los enfajinados lo saben. Vamos que si lo saben.

No quisiera extenderme mucho más en este segundo capítulo de tocando fondo, tan sólo una vez más decirles que la Guardia Civil sigue estando hecha unos zorros: coches hechos polvo, Cuarteles que sólo el 31 de octubre dan el pego por ser la noche de Halloween (porque da miedo verlos de dantescos que son), seguimos sin tener una jodida funda antihurto de pistola, ni una miserable linterna individual de cinto, los chalecos antibalas todavía no los tiene todo agente de Seguridad Ciudadana, los spray de defensa individuales no existen, las radios-transmisiones no hay para todos y las armas largas, que tan falta harían llevarlas en los coches patrulla pero no tenemos dónde, están pudriéndose en los armeros de los Cuarteles, mientras las más modernas las guardan para actos protocolarios, desfiles y fotos en las cuentas de redes sociales. 

Los que integran los equipos de redes sociales son los que viven en la Guardia Civil. Y con sus buenas productividades, lo demás son tonterías. Eso sí, para ellos, yo no me iría ni loco, quiero mirarme al espejo y saber que no hago el mamarracho con el uniforme, sino que trato de ayudar al ciudadano en algún problema que tenga y, de paso, darle por el culo a los delincuentes. Con la ley en la mano claro está.

Puede que no hubiera cambiado el resultado, pero les digo yo que el cabronazo de Argamasilla de Calatrava, si oye unas ráfagas de CETME o de HK G36, igual se lo piensa dos veces antes de asomar su mollera no sea que un picoleto, con dos cojones y buena puntería, se la vuele por los aires. Me consta que de las dos cosas había entre mis compañeros presentes.

En fin, no quiero extenderme más, siento la necesidad de escribir estas palabras como desahogo, pero bien sabe Dios que lo que aquí plasmo y plasmé en 2017, no es mentira ni exageración, reto a quién crea o piense lo contrario diga en qué parte de lo que he dicho soy mendaz. Mientras unos hacen el chorra por la redes sociales, nosotros, los guardias civiles de a pie y de calle, seguiremos acudiendo lo más rápido posible ante un aviso de un chiflado dando tiros, aunque no tengamos los medios de protección adecuados, para tratar de solucionar el entuerto. Aunque en las fotos del tuiter y tal salgan las unidades especiales. Venden más. Son más llamativas.

P.D.: Sra. Gámez, a ver si la perdemos de vista de una vez, no hace nada más que mamandurrias relacionadas con cubrir una cuota femenina en el Cuerpo, atraiga al personal opositor con mejoras en los turnos de trabajo, en medidas de conciliación familiar, destierre de una puñetera vez el traje de diario en los actos que da una imagen arcaica y pelee por una mayor inversión en equipamiento policial, que damos pena. Muchas esperanzas depositadas en Vd. cuando fue nombrada pero es Vd. un pastelazo de Directora General.