Un colectivo de apoyo a presos de ETA busca manipular la opinión pública y Marlaska dice que es libertad de expresión.
La muestra consiste en dar a conocer en Pamplona, cómo son las celdas donde viven los presos de ETA.
El Ministro manifestó que “no iría a verlo, pero no es motivo para ser excluido”.
“La conjugación de los derechos fundamentales de libertad de expresión, información, de producción artística, no es solo ver lo que nos gusta y agrada y no discutimos, sino que es tener que encarar lo que no nos gusta, o todo lo contrario, lo que nos disgusta”, ha añadido.
La muestra de las celdas no son reales, son más pequeñas que las dispuestas por la Ley, buscando confundir y manipular a la sociedad vasca.
Marlaska ha manifestado que para no dejar ejercer estos derechos tiene que haber elementos evidentes y que no dejen duda alguna de que se extralimitan.
Lo primero que se nos viene a la cabeza al ver esta “muestra”, son las víctimas de ETA.
Personas inocentes a las que han mandado a una caja de pino de 2 metros de alto por 0,67 metros de ancho.
La diferencia es que las personas asesinadas no saldrán de sus ataúdes, sin embargo los etarras si saldrán de sus celdas.
Pero no sólo han mandado a cientos de personas a ataúdes muchos más pequeños que sus celdas.
También han encerrado en zulos a muchas personas.
Zulos que ya hubieran querido las personas encerradas en ellos, que tuvieran las dimensiones de las celdas de sus secuestradores.
Zulos como el de Ortega Lara, donde mal vivió durante 532 días.
Un zulo de 3 metros de largo por 2,5 de ancho y 1,8 m de altura.
No tenía luz natural al no tener ventanas y estaba soterrado.
¿Acaso a los secuestrados en zulos tenían tele, horas de patio, zonas comunes, horarios de visitas, o cuatro comidas diarias como los presos?