Caminando hacia el “Estado de Desecho”

Comparte ese artículo

Manuel Avilés*

Avisos serios como decía un pobre hombre, loquísimo, que asesinó a un chico joven porque creía que la madre estaba enamorada de él y el chaval era su rival amoroso. Me escribía cartas, cuando yo dirigía forzosa y provisionalmente aquel antro y siempre empezaba: avisos serios al asesino del director. Lo mismo le decía a su magnífico psiquiatra, el doctor Rivera o a algún otro al que quisiera advertir de algo.

Avisos serios: jamás he votado al PP y salvo que me empadrone en un sitio que no diré, no sé si algún día lo haré. He votado siempre a los socialistas, desde Felipe González, y tres veces a Podemos. Nunca más. No voy a caer en el error que en caía mi abuela, creyendo que era Franco quien le pagaba la pensión, como más de un vejestorio cree que es Sánchez y no me voy a vender por un plato de lentejas porque bien que he cotizado lo que cobro durante décadas.

Ayer fui a Muface. Se cumple perfectamente el viejísimo articulo de Larra “Vuelva usted mañana”. Aquello aparecía un ejercito en desbandada, un piso en desguace para vender al primero que ponga un sobre encima de la mesa, una guarida desierta y abandonada con gente que huye para colocarse en no sabemos bien qué sitio. Mesas vacías y tres señores sin nada que hacer. Pides un talonario de recetas  – pastillas para la tensión, adiro para fluidificar las sangre y evitar los trombos, corticoides para los atascos respiratorios… ya saben achaques de abuelo-. Los talonarios están encima de una mesa, pero no te los dan. Los pides por un papel mugroso y te los mandan por correo. Estos de Muface están fuera de la realidad. No saben que hay tres cosas en España que no funcionan ni cara al viento: Correos, la Renfe y el gobierno central y los autonómicos. Te mandan una carta de Tenerife  – una que quiere sustituir a la rubia del Jaguar-. Y tarda en llegarte como si la trajera un paralímpico nadando. O yo mismo que voy más lento que el paralímpico. Un amigo fiscal, al que han gastado una putada “cromañónica”, no diré quién es, no sea que lo sigan puteando, me ha dejado una motillo para que se la arranque mientras le dura el traslado y llego yo antes con la moto que cualquier envío urgente.

A Muface la veo desolada, desguazada y entregada a la seguridad social, como un piso patera – de los de mi bloque- desierto porque han salido zumbando los que están en busca y captura, incluido el dueño que, menos imputado por revelación de secretos, está a punto de Fontcalent por medio código penal del de Belloch, salvo que Montero le haya enmendado la plana, que yo ya no leo esas cosas porque me enciendo.

Hay un cartel en Muface, perdón varios, que ofenden a la inteligencia: Es precisa cita previa. ¡Qué gilipollez! También está en la subdelegación del gobierno y en más sitios ignorantes. Todas las citas son previas. Nos han pregonado la eficacia y cercanía de la administración al administrado la rapidez y atención pronta al ciudadano. Usted va, se pone en la cola, cuando le toca dice que quiere y hoy, con la informática, no hay ni que buscar legajos, expedientes polvorientos ni fotos amarillas de cuando Franco era cabo. Pues nada, entorpezcamos y toquemos los cojones. Eso se llama ahora, para que suene bien, cita previa. A usted, a mi que solo queremos afluon para respirar por la noche.

Hay otro cartel que es directamente delictivo y estoy a punto de escribirle al fiscal general del estado aunque creo que no está el hombre para trotes: Si tiene usted un problema médico  – dicho por encima, que no quise hacerme un selfi por si llamaban a los municipales- NO LLAME AL 112, llame usted a estos teléfonos de su compañía médica. O sea que yo pago impuestos indirectos. Todos. Me descuentan el 21 % de mi pensión. Pago la renta, el Ibi, la basura  – para que me recojan si me caigo en la calle o me echan a un contenedor- y los impuestos de vehículos. El seguro de hogar  y ahora me quieren hacer uno de robo en la calle y anti ocupación. Y si me da un telele, el 112 no es para mí. He encargado a Gamma un cartel que dice lo siguiente y lo voy a colgar en la puerta porque vivo solo hasta que la rubia del Jaguar quiera venirse: Si me da un infarto, un ictus, un ahogo, un “paralís” o similar, no llamen al 112 que me multan. Investiguen si han disuelto ya Muface, vayan al Juzgado de Guardia, aquí al lado, y pregunten quien es el encargado de recoger escombros. Tampoco me dejen abandonado porque un muerto, a los cuatro o cinco días es una fuente de contaminación y de enfermedades. A ver si después de palmarla voy a tener que aparecerme por las noches a solventar expedientes administrativos sancionadores. ¡Viva el estado del bienestar! No llamen al 112. Cartel delictivo con una figura que propongo crear: omisión del deber de socorro por despiste.

A punto he estado del infarto viendo el telediario. Es una actividad nociva y peligrosa. Los socialistas van a sacar una ley que se llama de defensa de derechos pero es todo lo contrario. #mecagoentoloquesemenea.

Nos intentan situar entre el putinismo, el peronismo de  la señora Kirchner, el madurismo de ese analfabeto que se parece a Koldo, el juridicismo de Obiang Nguema y el estado policial de Bukele  – este menos, que en las cárceles impera el buenismo ahorrador-. Una vez más, como para los puigdemones, sacan de la manga  aprovechando las navidades, una ley “ad hoc”  – esto es latín del bueno, no les vaya a pasar como al chusquero que me daba clase en la mili y decía: el grupo de cierre del fusil cetme tiene un muelle “ad hoc”, una frase latina que quiere decir en espiral.  Bueno pues sacan una ley ad hoc  – les he dicho que yo no leo ya esas cosas- que impide ejercitar la acción popular. Si estoy errado  – sin hache- díganmelo y me retracto. Intentan evitar la acción de la fachosfera y dice la derecha que con eso pretende blindar a la familia de los poderosos o del más poderoso, o del puto amo. Vamos a ver, yo fui objeto hace años, era joven e incluso podía usar preservativo sin que me molestara el peso, fui objeto de una querella de un grupo ultra, pero ultra de tres cojones, que luego me han dicho que se han hecho comegambas de izquierdas. Mentira. No existía esa ley y el tribunal  – un ejemplo de sabiduría y equidad- los condenó en costas por su mala fe procesal. Anduve dos años de juzgado en juzgado, incluso con brazo escayolado que parecía el Lute. Hace pocos días leí un voto particular del mismo señor que condenó a aquellos comegambas y de nuevo me tuve que quitar el sombrero. Yo no tenía nada que ver en ese rollo porque  a mí  ahora, si me denuncian por algo, ni me defiendo. Me voy a la cárcel y me suda los cojones la disolución de Muface, que me atienda la sanidad penitenciaria. Pedazo de juez ese hombre. A ver si algunos aprenden.

Por cierto, necesito asistencia. Vino ayer la rubia del Jaguar, que va y viene como algún sindicalista a las marisquerías. Me pidió una postura un poco arriesgada y di con mis huesos en el suelo. Inmóvil y contracturado supliqué a voces: no se te ocurra llamar al 112 que son capaces de traer a tu marido para tocarnos los mismísimos. Intentaba recuperarme del corte de testosterona que me supuso el hostión, viendo el telediario  y tuve una revelación, una aparición tumbativa, como Pablo camino de Damasco. Un cura de Segovia le ha negado la comunión a dos gays. Mira que se lo he dicho yo a mi amigo Miguelito. No vayas que estás en pecado y lo saben. Se te nota en la mirada. La Iglesia es muy clara y ya lo dijo Jesús: haced lo que ellos os dicen pero no hagáis lo que ellos hacen. El sexo está orientado a la procreación y si tú lo orientas al placer solo, y mucho más mariconeando, pues pecas y como sigues con tu rollo no te pueden absolver porque no tienes propósito de la enmienda ni dolor de corazón ni hostias. Uno de los lugares, por la represión que tienen los pobres, que yo he estado ocho años interno con curas y, aunque no me han metido mano sé de qué va esa película, uno de los lugares en los que las caídas de ojos y las caras de cordero degollado más están a la orden del día, se pone a dar normas para los elegetebe. Pa mearse.

Si quieren más datos de este asunto, ya saben. Los confesores reales, el libro de inminente  aparición con el que yo, principal culpable acabaré en la trena, se presenta el día 14, una onja investigadora enamorada de un bibliotecario no merece menos, en El Pedernoso. En el QUIJOTE NEGRO E HISTÓRICO, el mayor festival literario del mundo mundial.

Manuel Avilés, escritor y director de prisiones jubilado, columnista de h50 Digital

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

error: Contenido protegido por derechos de autor c) 2021 h50. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.