Para esta semana tenía pensado tratar otra temática diferente, pero la actualidad y los lectores sois los que mandáis y me debo a vosotros. Habéis sido varios los que me habéis sugerido hablar sobre los caballos de Troya y su incidencia en España y en Europa en general.
Prácticamente todos conocemos la historia del mito del caballo de Troya y es que a pesar de que pasen los siglos hay ciertas estrategias que continúan teniendo una alta efectividad.
La utilización de este método de acción de guerra no se limita al ámbito militar, ya que tenemos constancia de la existencia de diversas modalidades de caballos de Troya con muy distintos intereses. Terrorismo yihadista, crimen organizado y bandas mafiosas o golpes de estado y autodeterminaciones de independencia. En este cajón de sastre, por desgracia todo tiene cabida.
TIPOS Y DIFERENCIAS
La explosión del chalet de Alcanar, los atentados de Las Ramblas, Bataclán, Saint Dennis, Mollenbeck, Charlie Hebdo, Londres y un largo etcétera son ejemplos muy claros de la actividad terrorista islamista de los caballos de Troya.
Las bandas organizadas criminales de Países Bajos (Mocromaffia) o las que siembran el terror en Suecia son también ejemplos de caballos de Troya.
A un nivel menor, pero con un fin muy similar como es el de socavar el Estado social, democrático y de derecho, en España los grupos independentistas más radicales políticamente hablando, así como aquellos que llevan a cabo los desórdenes públicos y la lucha callejera, también podrían encuadrarse dentro de lo que conocemos como caballos de Troya. La única diferencia a simple vista es que en los dos primeros casos (Países Bajos y Suecia) sus gobiernos y sus instituciones luchan activamente contra esos grupos, caso muy diferente al tercer caso (España) en el cual el gobierno parece actuar como colaborador necesario al conceder indultos a los golpistas o participar en negociaciones de manera activa para promover la amnistía de quienes atacaron la constitución y el orden democrático en el 2017 en Cataluña.
Muchos de esos llamados caballos de Troya no son otra cosa que un fallo en la idea errónea de querer integrar a quienes no entienden nuestro modelo de sociedad y no contentos con ello se afanan en destruirla. La mayor parte de esa sociedad marginal ha crecido en el rechazo a todos los valores de las sociedades occidentales modernas. Se han retroalimentado del odio a nuestro estilo de vida generando un caldo de cultivo nocivo que favorece el florecimiento de unas generaciones autóctonas radicalizadas.
La inmigración inicial se aceptó como normal y necesaria. Los problemas vendrían años después cuando una inmigración masiva y descontrolada se torna peligrosa y muy difícil de acotar. Esas terceras generaciones europeas y nacionalizadas son las que hoy retan al sistema y le ganan el pulso.
En otros casos el problema viene cuando la corrupción y la mala gestión del dinero público se tiene que justificar creando un discurso cargado de falsedades con el único fin de culpar a los demás de tus irresponsabilidades. El adoctrinamiento durante décadas en los colegios y universidades ha fomentado que generaciones enteras vivan en una mentira constante muy fuera de la realidad. Se ha fabricado una sociedad independentista que vive en la utopía de la supremacía catalanista.
Caballos de Troya siempre ha habido, y aquí hace años entró la caballería. Lo peor es que seguimos abriéndole la puerta. Esos “pobres huidos de las guerras de oriente medio” que habitan en los campos de Grecia y Turquía celebraban alegremente los atentados terroristas de Hammas en suelo de Israel. Si vamos a hospedar y dar ayuda a los que justifican el secuestro y el asesinato de inocentes, luego no nos echemos las manos a la cabeza si sufrimos esos ataques en nuestra casa.
Continúen comprando el cuento independentista catalán o vasco, sigan blanqueando el terrorismo de ETA y en la próxima década la torre de Babel que se está construyendo será demolida por los mismos que hoy juntan ladrillos y argamasa.
La Unión Europea sigue dormida plácidamente soñando con un futuro azul plagado de estrellas… y mientras siga así sin darse cuenta, otros esperan en vigilia el momento idóneo para que el sueño se torne pesadilla.