La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), ha hecho público la grave agresión realizada por un interno del Centro Penitenciario de Sevilla I a un funcionario de prisiones en el día de Reyes, cuando un interno del módulo 61,que se encontraba paseando con el resto de internos, súbitamente se altera y comienza a gritar cada vez más fuerte.
El funcionario de servicio en el departamento se persona en el patio para intentar calmarlo y entonces el interno se acerca gritándole “ven aquí, que te voy a matar”, rompe un palo de escoba y con la parte cortante intenta golpear en el pecho al funcionario del departamento, que lo esquiva con gran valor y profesionalidad y con la ayuda de otros compañeros consiguen quitarle el palo.
Dada la agresividad del interno, se le traslada al departamento de aislamiento, en el citado departamento, el interno se revuelve lanzando patadas y puñetazos que impactan en el funcionario en la espalda y rodilla. Finalmente se consigue reducir al interno, siendo necesario aplicar la fuerza mínima indispensable para contenerlo.
El funcionario tuvo que ser atendido por los servicios médicos del centro y derivado a urgencias para el tratamiento de las lesiones producidas por el interno.
Remarcan desde APFP que éstas son las consecuencias del “buenismo” de la Secretaría General y del Ministerio del Interior, cada vez más agresiones y menos respeto al ordenamiento jurídico y a la figura del funcionario de prisiones que carece de la condición de agente de la autoridad. Condición que prometió el PSOE realizando una reforma de la Ley Orgánica General Penitenciaria y que sigue sin materializarse, a pesar de la necesidad.
APFP reclama al Ministerio del Interior el reconocimiento de los trabajadores penitenciarios como agentes de la autoridad; el reconocimiento de profesión de riesgo; adecuación de los medios coercitivos al siglo XXI con la aprobación de pistolas taser y un incremento de las plantillas para ajustarlas a las necesidades reales de los centros penitenciarios para minorar las agresiones que padecen los trabajadores penitenciarios, así como una actualización retributiva con la equiparación salarial con nuestros compañeros de Cataluña.