Un interno del Centro Penitenciario de Ocaña II se ha ensañado con violencia contra un funcionario de prisiones llegando a intentar estrangularlo y clavarle las uñas en los ojos. AFPF ha denunciado los hechos reivindicando que este tipo de agresiones no salgan “gratis” y reclamando el carácter de agente de la autoridad para los trabajadores que prestan servicio en centros penitenciarios.
Los hechos se han registrado el lunes 15 de marzo a la hora del cierre de celdas nocturno cuando el funcionario destinado en el Módulo 6 del centro, en el cual se encuadra el departamento de enfermería, procedía a realizar el cierre de los internos. En ese momento, el interno E.D.G., perteneciente al colectivo PAIEM (Programa Marco para la Atención Integral a Enfermos mentales en Centros Penitenciarios), se negó a obedecer la orden del funcionario.
Visto el estado de nerviosismo del mismo, y teniendo en cuenta los antecedentes regimentales que había ocasionado el interno a lo largo de su estancia en el centro, el funcionario procedió a solicitar la presencia del Jefe de Servicios en el departamento. Una vez personado éste junto a otro funcionario, y reiterada la orden de acceso a su celda, el interno de forma sorpresiva y con una violencia extrema, se abalanza sobre el compañero destinado en el módulo, lanzando puñetazos al rostro del mismo y tratando de estrangularlo, consiguiendo hacer perder el equilibro y caer al suelo a éste, intentando clavarle las uñas en los ojos, y llegando a propinarle una patada en el cuello, lo cual derivó en que el trabajador tuviera que ser atendido por los servicios médicos.
Durante el incidente, y mostrando una agresividad extrema, el interno profirió insultos y amenazas de muerte al funcionario. Cuando los funcionarios consiguieron reducirlo e introducirlo en su celda, se dedicó a derramar agua y jabón por el suelo de la misma con la clara intención de hacer caer a los funcionarios y así poder seguir agrediéndoles en el momento de ser visitado por el médico del centro.
Estos graves hechos ponen de manifiesto nuevamente la falta flagrante de medios materiales y humanos que sufren los centros penitenciarios de este país, situación denunciada de forma reiterada por La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), exclusiva en el ámbito penitenciario,, acentuándose en el caso de colectivos como el PAIEM, para los cuales, los funcionarios no cuentan con ningún tipo de formación específica para poder tratar a un colectivo que cada vez es más común y amplio.
“Desde APFP Ocaña II queremos alabar una vez más la profesionalidad de los trabajadores penitenciarios, y en el caso concreto de este incidente los funcionarios del establecimiento, los cuáles, a pesar de las carencias de medios y de motivación por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, siempre desempeñan su trabajo haciendo gala de una profesionalidad y calidad humana admirable”, manifiestan en un comunicado. Desde APFP también han deseado pronta recuperación de las lesiones producidas y solicitan el traslado del interno a otro centro lo más rápido posible.
Desde 2004 hasta mayo 2020 los funcionarios de prisiones han sufrido 6351 agresiones
Así mismo reclaman con carácter de urgencia el reconocimiento de agente de autoridad para que este tipo de hechos no salga “gratis” al interno, tal y como sucede actualmente, y una retribución equivalente a la peligrosidad existente, como sucede en Cataluña, que tiene las competencias transferidas, bajo el lema “a igual trabajo igual sueldo”.