La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) denuncia lo graves hechos ocurrido ese lunes en el Centro Penitenciario de Algeciras, donde un interno agredió brutalmente a una enfermera y a un funcionario de prisiones al que dejó en estado de inconsciencia y que tuvo que ser trasladado a un hospital.
A la una de la tarde, en el departamento de enfermería, el interno J.A.R.L, que está en huelga de hambre, está siendo atendido en la sala de curas, al preguntarle el motivo de la huelga de hambre, el interno grita que no va a decir el motivo. El funcionario del departamento, le llama la atención para que no grite, momento en el que el interno sin mediar palabra empieza a darle puñetazos y patadas en la cabeza y resto del cuerpo, le empuja contra la pared y finalmente le agarra por el cuello y lo tira al suelo, donde le sigue golpeando brutalmente en la espalda y la cabeza contra el suelo, quedando el funcionario inconsciente, y golpeando también a la enfermera.
Avisan a Jefatura de Servicios y a los compañeros disponibles para que se personen en la enfermería, que tras un forcejeo, ya que el interno opone gran resistencia y sigue dando golpes, es reducido y trasladado al departamento de aislamiento.
Una vez más, gracias a la gran profesionalidad de los trabajadores del centro, un incidente de extrema gravedad, por las nefastas consecuencias que podía haber tenido para todos los presentes en el mismo, es solventado por éstos, aún a costa de su integridad física.
Desde esta asociación, APFP, quieren reconocer su gran profesionalidad y desear a los dos compañeros agredidos una pronta recuperación, a la vez que recriminan que este reconocimiento lo debería realizar la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, a ellos personalmente y para el colectivo de profesionales penitenciarios, con mejoras económicas, laborales y cubriendo las vacantes de personal existentes.
Desde APFP siguen denunciando que los funcionarios de prisiones trabajan sin medios adecuados a la peligrosidad del medio, sin una formación continua y constante, con una grave falta de personal, sin la equiparación salarial con los compañeros de Cataluña, sin el reconocimiento de agente de autoridad, con la política del buenismo de la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias como el Ministerio del Interior que tratan a los internos como los “débiles” del sistema y sin hacer el más mínimo esfuerzo para tratar de solucionar estos problemas y la situación crítica que hay en los centros penitenciario.
Reclaman la necesidad de un estatuto propio como marco normativo en el que se regule nuestra especificidad laboral y se actualicen nuestras funciones, los profesionales penitenciarios son los que representamos a la Administración y al Estado y los que deben ser protegidos y amparados en su trabajo con medidas contundentes y categóricas, dotándolos de seguridad jurídica en la realización de su trabajo, “ya que desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias sólo emiten instrucciones que criminalizan a los profesionales penitenciarios y de una excesiva falta de disciplina para las acciones de los internos, que son tratados como niños en vez de delincuentes”.