La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), sindicato exclusivo en el
ámbito penitenciario, ha denunciado una brutal agresión a un funcionario el pasado jueves 27 de agosto en el Centro Penitenciario de Madrid III (Valdemoro) con resultado de fractura en un dedo de la mano. Desde APFP-Valdemoro han querido trasladar todo el apoyo al compañero agredido y el deseo de una pronta recuperación.
Los hechos han tenido lugar en la segunda planta de un Módulo de Respeto cuando un interno se negó a cumplir las órdenes dadas por el funcionario, siendo atacado por otro a traición. Este funcionario se encontraba solo desempeñado sus funciones debido a la falta de personal, endémica en este colectivo, donde al frente de la mayoría de módulos con una media de 80 internos, únicamente hay dos funcionarios.
Gracias a la actuación de este funcionario y al auxilio prestado por demás compañeros del propio y otros módulos, la situación fue solventada. La profesionalidad manifestada por los integrantes de este Cuerpo contrasta con la falta e inexistente formación continua, universal e impartida por un Centro de Estudios Penitenciarios digno de esta Institución.
En este año se han producido múltiples agresiones a funcionarios de prisiones, algunas de ellas muy graves. “La falta de ser considerados Agentes de la Autoridad nos suma en un riesgo personal y jurídico permanente que ningún partido político al frente del gobierno ha querido solucionar hasta ahora”, señalan. En el periodo 2004-2020 ha habido 6351 agresiones, de la cuales 120 en el Centro Penitenciario de Valdemoro.
Desde APFP han denunciado la ineficacia del PEAFA (Protocolo Específico de Actuación Frente a las Agresiones) que solamente sirve para “maquillar” la estadística de agresiones al contabilizar incidentes en vez de trabajadores agredidos y su sustitución por un protocolo efectivo que prevenga las agresiones.
Por último, han informado que este Módulo se encuentra confinado y en cuarentena tras dar positivo en Covid-19 varios internos. Se desconoce si al interno agresor le ha sido realizada la PCR correspondiente y si se ha activado las normas de actuación para los empleados públicos penitenciarios que puedan tener contacto con personas susceptibles de poder tener o desarrollar la enfermedad por el coronavirus, ya que hasta el momento nadie se ha puesto en contacto con el funcionario agredido ni con el resto de compañeros participantes en los hechos.
“Es vergonzoso que las existencias de PCR en la prisión de Valdemoro sean exclusivamente destinados a los internos y que los empleados públicos penitenciarios con riesgo de haber sido contagiados en nuestro puesto de trabajo, tengamos que gestionarlo por nuestra cuenta ante las compañías médicas y esperar a que nos llamen para realizar dichas pruebas”, han manifestado desde la asociación.