La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) denuncia los graves hechos acaecidos este lunes en el módulo 5 el Centro Penitenciario de Murcia 2, en Campos del Río, donde a las 19.45 horas y en el momento del cierre de las celdas de la segunda planta del módulo cinco, un interno que responde a las siglas E.P.M. se dirige al funcionario presente gritando “te tengo que matar” momento en el que lanza un fuerte puñetazo impactando en el hombro del funcionario, que abandona la planta para pedir refuerzos.
Inmediatamente acude el Jefe de Servicios que ordena al interno que deponga su actitud, el interno corre y baja a la primera planta, cogiendo un palo de escoba que parte por la mitad y con los dos palos en la mano intenta golpear al Jefe de Servicios delante del resto de internos, gritando “a por ellos” sin conseguir que los secunden los internos, se le arrebata los palos, consiguiendo llegar el interno E.P.M. a la escalera, donde continua lanzando patadas y puñetazos a los funcionarios allí presentes, por orden del Jefe de Servicios se ordena su inmovilización y traslado al departamento de aislamiento.
Mientras en la segunda planta del módulo se viven momentos de tensión y de peligro para la seguridad e integridad física de los funcionarios presentes, el interno R.E.M., lidera a un
grupo de 10 internos que se ha amotinado y que hacen caso omiso de las órdenes de los funcionarios, e intentan bajar a la primera planta, para que el traslado de E.P.M. a aislamiento no se produzca, con frases “esto es nuestro, ni del director ni de nadie, no
vamos a dejar que se lo lleven a aislamiento”.
Estos internos son retenidos y se les ordena que vayan a sus celdas, el interno R.E.M. intenta golpear a un funcionario para conseguir su propósito de bajar, sin conseguirlo y gritando “ya te cogeré en la calle”, interno que debido a su gran alteración se le traslada al departamento de aislamiento, mientras los demás internos proceden a entrar en sus celdas.
APFP reclama al Ministerio del Interior el reconocimiento de los trabajadores penitenciarios como agentes de la autoridad, adecuación de los medios coercitivos al siglo XXI con la aprobación de pistolas táser y un incremento de las plantillas para ajustarlas a las necesidades reales de los centros penitenciarios para minorar las agresiones que padecen los trabajadores penitenciarios, así como una actualización retributiva con la equiparación salarial con nuestros compañeros de Cataluña, igual trabajo igual salario.