Se pueden distinguir dos aspectos muy importantes: los inicios de la especialización y los servicios prestados. Ambos aspectos merecen una atención, aunque sea muy de pasada, pero en estas líneas nos vamos a ocupar solamente del segundo de ellos.
La Ronda Especial de Seguridad tenía su sede en el gobierno civil de Madrid [1]. Se tiene constancia de su actuación en 1839, pero es indudable que ya estaba funcionando desde algún tiempo atrás. No se sabe con exactitud cuánto. Solamente que es un hecho que su jefe, Francisco García Chico había participado ya anteriormente en la investigación de crímenes tan famosos como el de los basilios en 1829, en que resultó muerto el abad del monasterio de Madrid en el transcurso de un robo y de otros de cariz político después. La prensa se refiere a él, “como el encargado de perseguir a estos malhechores”[2]. Pero las referencias repetidas de la prensa a sus actuaciones son continuas. Las grandes ciudades, como Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Bilbao…propiciaron que en ellas nacieran las especializaciones en el trabajo policial. En Madrid, concretamente, nació la de investigación criminal, precisamente en estos años. El hecho de que se independizara la investigación de los delitos –que quedó en manos de la policía- de la parte juzgadora y sentenciadora fue decisivo a este respecto. Al disponer de profesionales que tenían que dedicar todo el tiempo a las tareas policiales hizo que se pudieran destinar con exclusividad algunos a esta actividad que tenía como fin conocer e impedir que los delincuentes reincidentes, los desertores de presidio o del ejército y habituales camparan a sus anchas.
En Sevilla, en 1839, prestaron los siguientes servicios: “Sevilla 30 de agosto. En demostración de los servicios prestados por los agentes de protección y seguridad pública en los treinta meses escasos que se hallan a las órdenes de esta jefatura política, damos el resumen a continuación, de los criminales y malhechores que han aprehendido. Y es de advertir, que en las prisiones que se enumeran, no se cuentan las que hecho a virtud de requerimientos y exhortos de otras autoridades, pues que aquellas se han verificado por dichos agentes, por efecto de su celo y vigilancia”.
- Por causa de robo……………………………..164
- Por vagancia y raterías…………………….… 90
- Desertores de presidio………………………. 51
- Id. ejército………………………………………..……54
- Por causas de heridas y muertes………36
- Por infidencia…………………………………………10
Total…. 405 (del Diario de Sevilla)
Es muy interesante hacer referencia a los que prestó el ramo de Protección y Seguridad Pública en Madrid en diciembre de 1843, porque fueron realizados un mes antes de la promulgación del Real decreto de 26 de enero de 1844. En el debate parlamentario del 14 de julio el Ministro de la Gobernación había argumentado en contra de la supresión de la policía apoyándose en los servicios realizados el mes de junio en Madrid, con 265 detenidos.
La prensa publicó a comienzos de 1844 el resumen siguiente: “Por individuos del ramo de protección y seguridad pública han sido capturados en el de diciembre último los sujetos siguientes: 3 ladrones con cuerpo del delito; 2 desertores de presidio; 23. Id. confesos de las armas; 8 por proferir voces subversivas; 3 por proyecto de rebelión en sentido carlista; 9 pendencias causando heridas; 19 vagos sin domicilio, cogidos en casas sospechosas; 4 ebrios, que se hallaron por las calles, dando escándalo y causando daño a otros; 1 por abrigar en su casa a un ladrón; 1 por apalear a su mujer en la calle; 8 capturados en las pedreas; 1 por haber quitado a un dependiente a un preso que llevaba, el cual se fugó; 82 que han sido entregados a las autoridades competentes[3]”.
En “La Posdata” de 11 de abril de 1844 se publicaron los servicios prestados por la ronda de Seguridad Pública, del Gobierno civil de Madrid: “Resumen de los criminales que han sido capturados en todo el mes de marzo por los dependientes del ramo de protección y seguridad pública puestos a las órdenes de D. Francisco García Chico. Dos mujeres por adulterio; dos hombres por haber causado heridas; uno huido de sus padres; otro reclamado de un juzgado; dos por rateros; uno, por cómplice en robos; tres por riñas y heridas; tres por rateros con el cuerpo del delito; dos por riña y escándalo; uno por robo; siete por ladrones; uno por insultador; seis revendedores de billetes; cinco por ladrones confesos; seis por ladrones probados; ocho por ladrones de sal y haber muerto al comandante del resguardo; uno reclamado por la autoridad militar; uno por deudas.
Además, se hallan pendientes doce casos de robo ejecutados en esta capital, de que se hacen las pesquisas necesarias, y dos en averiguación de los que se dedican a seducir los soldados del ejército para que deserten, con el fin de hacer con ellos el infame comercio de venderlos y revenderlos[4]”. Si en esos momentos la Policía estaba suprimida y no se le había cambiado el nombre, según algunos autores, resulta que ganó batallas después de muerta, como dicen que hizo el Cid Campeador. A no ser que den una explicación coherente a estos datos publicados en la prensa, que excluya que no son veraces. Verdad y honor están inseparablemente unidos, recuérdese.
[1] “El Correo Nacional, 13 de septiembre de 1839. Con motivo de la detención de Antonio Ferrer en Brunete, que había cumplido condena en un presidio, regresando al pueblo, y para vengarse de los que le habían denunciado, había prendido fuego a las mieses, ardiendo toda la cosecha y algunas casas.
[2] El Corresponsal, 3 de agosto de 1839. Lo hace con motivo de la detención de dos delincuentes habituales, compañeros de fatigas de Balseiro y Villena, famosos por el secuestro de un niño.
[3] El Castellano, 2 de enero de 1844
[4] Al día siguiente, la Posdata publicó una rectificación ampliando los datos, a petición del propio García Chico: Remitido hoy. Señores redactores de la POSDATA. Muy señores míos: al insertar en su número de ayer los estados de las comisarías de policía de toda clase de criminales aprehendidos desde su instalación hasta el 10 del corriente, he visto que al hacerse igual operación con los librados por esta Inspección de protección y seguridad pública en solo el mes de marzo último, no se designan como capturados por la misma a los 33 desertores que con expresión de cuerpos figuran en la primera llana, á los que se agregan 21 de delitos de infidencia y 58 por crímenes comunes, que todos forman un total de 112, repitiendo que solo son del mes de marzo. Sírvanse Vds. insertar en su apreciable periódico esta manifestación que creo conveniente para estímulo de los dependientes que tengo a mi cargo. Con este motivo queda de Vds. y B. S. M. Francisco Chico—Madrid 12 de abril 1844.
Autor: Martín Turrado Vidal Licenciado en Filosofía y Letras, rama de Historia, por la UNED (1981) Máster en Documentación (1993). Cronista Oficial de Valdetorres de Jarama Vicepresidente del Instituto de Historiadores del Sur de Madrid, “Jiménez de Gregorio”. Vocal de Publicaciones del Foro para el Estudio de la Historia Militar de España.
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