Este jueves se ha despedido a Javier Martín. Un joven de 32 años que estaba disfrutando con sus amigos en una terraza del pueblo onubense de Gibraleon. Un psicópata embistió con su coche dos terrazas sin pudor alguno y presumiblemente bajo consumo de drogas y alcohol.
Es evidente el efecto nocivo de esta mezcla de sustancias lo cual no significa que padezca un trastorno mental le sirva de eximente. Nos encontramos ante un ser acomplejado, que reta y se enfrenta al mundo al que ve como enemigo a vencer y las personas son meros obstáculos a derribar.
Efectivamente el alcohol y drogas le envalentonan y lo que importa es que se hable de él, sea bien o mal y aunque haya víctimas. Sus conductas serán repetitivas y por lo tanto es un peligro social y esto se evita en prisión. Muy claro y real como clara y real fue la pérdida de la vida de Javier al que España, Huelva y Gibraleón le lloran. Se puede evitar no haya más perdidas con una justicia justa.
