Todos de pequeños hemos jugado alguna vez al escondite, y me ha puesto el pescuezo, a que al igual que yo, siempre querías estar entre los escondidos, pues sin duda, era la parte más divertida. Un juego entretenido donde los haya, uno contaba sin mirar y luego buscaba a los demás, y así, una y otra vez.
Ahora, adultos ya, los policías concienzudos no juegan el escondite, pero tienen una misión muy similar. Para el Grupo de Localización de Fugitivos, esto no es un juego, y los que se esconden, no son precisamente sus amigos.
Entre un montón de informes, en el que cualquiera de nosotros se perdería entre filiaciones, direcciones y seudónimos, los miembros de este grupo de investigación, dependiente de la Comisaría General de Policía Judicial, se sumergen de lleno en informaciones obtenidas como resultado de complicadas investigaciones, a fin de dar caza a los fugitivos más buscados a nivel internacional.
LAS CUENTAS PENDIENTES.
Requisitorias judiciales y policiales pendientes en países miembros de la Unión Europea, o en Sudamérica, son un pequeño ejemplo de los casos a investigar y localizar por el GLF de la policía nacional. El elenco de fugados a buscar es bastante singular, va desde estafadores, depredadores sexuales, delincuentes violentos, a despiadados asesinos y demás criminales. Una suerte de sujetos que han conseguido sustraerse de la justicia y se han vuelto invisibles a ojos de las distintas instituciones policiales.
En este no juego del escondite, nada es suficiente para los fugitivos si quieren pasar desapercibidos para el resto, y no levantar sospechas. Las artimañas utilizadas por los estos, llegan a ser tan dispares como los lugares en los que se refugian, y van desde operaciones de cirugía estética para cambiar sus rostros para no ser reconocidos, hasta modificar quirúrgicamente las yemas de sus dedos para alterar sus improntas digitales.
COOPERACIÓN INTERNACIONAL.
En muchas ocasiones, las investigaciones se inician tras comunicaciones de SIRENE, INTERPOL o de la red ENFAST Una vez, marcado el objetivo a localizar, la maquinaria se pone en marcha y los sabuesos policías siguen el rastro. No importa ni el lugar, ni la hora, si llegado el momento, hay que intervenir e interceptar al objetivo, no hay tiempo que perder, y cualquier error de cálculo se paga caro.
EJEMPLO DE EFECTIVIDAD.
Una vez más, hay que sacar pecho de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que a nivel Europeo, la Policía Nacional, y en concreto, el Grupo de Localización de Fugitivos, están a la cabeza de rankings internacionales en cuanto a dar caza a todos aquellos que en su momento decidieron evadir a la justicia. Según los entendidos en ámbitos de seguridad transnacional, nuestro GLF, únicamente puede compararse en cuanto a la atribución de sus funciones de búsqueda y localización a los Usted States Marshall.
LA ÚLTIMA CAZADA.
Tenemos muy reciente, la sorpresiva detención en el Aeropuerto Internacional Adolfo Suárez- Madrid Barajas, de una ciudadana húngara que llevaba una década huída, primeramente en Tailandia, y después en la Republica Dominicana. La orden internacional de detención se saldó con resultado positivo para la policía. Una de las diez personas más buscadas en la lista de Europea Most Wanted, con unas condenas pendientes por delitos económicos (fraude, blanqueo de capitales o estafa), era llevada ante la justicia.
Cuando un caso se cierra, otros quince se abren a la vez, y así una y otra vez y a volver a empezar. Sin descanso, sin tregua, sin tiempo, la cuenta atrás se acelera, pero aquí no hay pausa que valga, el Grupo de Localización de Fugitivos siempre estará al acecho.
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