Una agente de Policía Nacional se sentará el próximo lunes 24 de junio en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Valladolid. La Fiscalía pide casi 11 años de cárcel por un delito contra la salud pública y otro de descubrimiento y revelación de secretos. También se enfrenta a una multa de 17.300 euros e inhabilitación absoluta por espacio de ocho años. Además, se sentará a su lado su novio para el que el Ministerio Fiscal pide cuatro años y seis meses de prisión.
El escrito de acusación, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Castilla y León, explica que, a finales de enero de 2023, agentes del Grupo 50 de la Unidad de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía iniciaron la investigación que concluyó con la detención de la funcionaria en junio de 2023 con destino en la Unidad Central de Protecciones de la Brigada Provincial de Apoyo Operativo y Control perteneciente a la Comisaría General de Seguridad Ciudadana.
Los investigadores iniciaron una labor de vigilancia y seguimiento tras tener constancia de actividad sospechosa de venta de sustancias estupefacientes en la vivienda donde residían situada en la calle Mieses.
Una gran labor de vigilancia constató que en el domicilio se producían visitas rápidas de individuos y otras en vía pública con intercambio de algún tipo de objeto de pequeño tamaño y entrega a cambio de dinero en efectivo.
Según afirma el diario Tribuna Valladolid, los policías de Asuntos Internos lograron “pinchar” la línea telefónica de la investigada gracias a una autorización del Juzgado de Instrucción y una vez recopilados indicios suficientes procedieron a la entrada y registro del domicilio de los acusados.
En el registro, los agentes hallaron 17 billetes de cincuenta euros ocultos entre el colchón y el somier de una cama y más dinero en billetes de distintas cantidades en el cajón de una cómoda, en la que también hallaron cocaína en distintos envoltorios un carrete de alambre de jardinería y dos básculas de precisión.
En otra habitación, encontraron una libreta de color rojo con anotaciones de nombres y cantidades y recortes y envoltorios de plástico en una papelera, en la que también había una bolsa de plástico transpar3ente que, una vez analizada, arrojó un resultado positivo a cocaína. El precio total de la droga aprehendida en la casa se calculó en más de 3.000 euros si hubiera llegado al mercado ilícito, precisa el mismo diario.
La investigación de Asuntos Internos también desembocó en que la acusada, aprovechando su condición de agente del Cuerpo Nacional de Policía, accedió para fines particulares a información de carácter restringido o reservada sin estar debidamente autorizada para ello.