Duras palabras desde la asociación representativa de Independientes Guardia Civil –IGC-, “Incompresible el trato denigrante del Ministerio del Interior a sus agentes, una vez más (y otra y otra…)”.
Desde la asociación de guardias civiles IGC ponen de manifiesto que el pasado lunes día 17, observábamos estupefactos cómo miles y miles de marroquíes y subsaharianos, accedían de manera ilegal a nuestro País.
Esta ilegalidad no se producía de la manera habitual a la que llevamos años acostumbrados, esto es a través de embarcaciones repletas de inmigrantes.
En esta ocasión, la policía marroquí, con toda naturalidad, introducía la llave en la cerradura que abre las puertas hacia Ceuta y, por ende, a España, para que libremente y de forma manifiestamente temeraria, rompan con la diplomacia de un plumazo.
Los medios de comunicación vertían imágenes de súbditos de los mentados países entrando por dichas puertas y también a nado, bordeando la famosa valla, la cual tanto dio que hablar en la anterior masificación y desbordamiento que la zona sur de España sufrió en el año 2018.
Lo visto hasta ahora no nos puede llevar a equívoco: “¡No se trata de escapar de la pobreza o de guerras! Se trata de una invasión orquestada, organizada, planificada, una ofensiva contra España por razones políticas, donde las FFCCSE, en este caso Guardia Civil desde el primer momento, Policía Local, Policía Nacional y nuestro glorioso Ejército, de nuevo han defendido nuestras fronteras a ultranza”.
Los guardias civiles señalan que ellos si han velado por los intereses de España y los españoles, los vecinos de Ceuta y Melilla se han tenido que sentir protegidos por y con su trabajo, los derechos humanos de las personas, por si hubiera dudas, se han antepuesto a todo, pero, remarcan que una vez más, los que han de proteger a los agentes, les han dado la espalda, ¡imágenes no solo de la invasión en sí!
Todos vimos el lanzamiento de piedras desde el otro lado de la frontera española, dirigidas a los agentes del GRS de la Guardia Civil, mientras los compañeros submarinistas de este cuerpo benemérito y miembros de la Cruz Roja, salvaban vidas de bebés, niños y adultos en el mar.
Horas y horas interminables sin saber cuándo cejarían en esta irrupción territorial, siempre con el miedo que altas esferas políticas, pongan en duda nuestro buen hacer.
Remarcan su sentimiento al conocer el mismo día de dos noticias completamente contrarias tanto en trato, distinción, reconocimiento, como en ofensa, ingratitud o desfachatez.
Mientras el Gobierno de España entregaba a Marruecos la cantidad de 30 millones de euros, a los guardias civiles, que con tanto esfuerzo y dedicación, tal y como nuestra propia normativa y la Constitución marcan, defendían España, el Ministerio del Interior entregaba un refresco, una lata, unas contabilizadas lonchas de chorizo, dos trozos de pan y una pieza de fruta…
“Una ridiculez y una ofensa a nuestra persona”
Desde IGC, solicitan “que nuestros representantes políticos pidan disculpas públicas por este maltrato a nuestros agentes, que los gratifiquen económica y meritoriamente y que protejan a este gran país, como nosotros siempre hacemos”.