En verano les informábamos de una noticia de las que llenan de orgullo, la de un policía Nacional que fuera de servicio salvaba una vida a un ciudadano que se había atragantado. Seis meses después, lo ha vuelto a hacer. Acudimos por esta información que hemos conocido a fuentes conocedoras del suceso, a representantes de ANDFCAE, Asociación de la que forma parte.
¿Cómo fue la intervención?
Al filo de las dos de la tarde del día 9 de enero, en el madrileño barrio de Chamberí, una señora, de forma calmada, llama la atención de dos jóvenes que caminan por la acera de enfrente, ya que por su acera no pasaba nadie y la ausencia de tráfico facilitó su petición de auxilio.
– ¡Por favor!, ¡Por favor!, ¿me ayudan a levantar a mi marido?-
Entre los huecos de los coches el policía (Luis en adelante), que oye su voz por atrás, alcanza ver entre los coches que hay una persona a los pies de la señora. Cruza, y se arrodilla al lado del señor, comenzando a evaluarle. Respira con dificultad, presentando mal color de piel, sin conseguir que le responda. La mujer le dice que es solo un mareo, que no padece enfermedad grave, que le ha pasado otras veces, y que solo necesita que les ayuden a llegar al hospital que hay a escasos 70 metros.
Luis pregunta al accidentado si puede levantarse y éste no contesta ni intenta levantarse. Uno de los jóvenes que había acudido a ayudar se acerca a la mutua médica que hay a escasos 10 metros, mientras Luis pide al segundo joven que le ayude a ponerlo en posición lateral de seguridad. Antes de poder moverle, nota que el accidentado da una bocanada grande de aire y deja de respirar. Luis comprueba otra vez el pulso. No lo encuentra. La cara se amorata, se ha producido relajación de esfínteres. Desabrocha la chaqueta y comienza a realizar el masaje de reanimación Cardio Pulmonar (RCP). Pide al joven que llame al 112, y éste lo hace mientras corre al hospital a avisar. La persona que sale de la Mutua vuelve a entrar en ella para comunicar la situación y poder proporcionar el material adecuado. Luis pide que miren la hora (necesario para el protocolo médico, estableciendo así el tiempo que dura la maniobra).
Después de unos tres minutos de masaje, Luis interrumpe las compresiones para reevaluar, como establece el protocolo. Comprueba con alivio y una gran alegría que ha recuperado el color, respira y ha recuperado el pulso. Se retira y deja actuar al médico que ha acudido desde la Mutua.
El personal médico le dice a la mujer que Luis ha salvado la vida a su marido.
Trasladan al accidentado al Hospital, las sirenas ya suenan cerca, por lo que Luis, mientras llama al 112 para comunicar las novedades en la situación, se queda a esperar a los indicativos comisionados. Llega un indicativo de Policía Municipal. Al ser informados sobre la situación, desactivan el resto de recursos y proceden a la filiación de los implicados.
¿Qué se siente después de salvar dos vidas?
Aunque el testimonio es por fuerza indirecto, lo que me nos han afirmado es que Luis lo primero que ha sentido es tranquilidad y alegría. Tranquilidad, por haber sabido actuar, y por haberlo hecho bien. Uno puede tener toda la preparación del mundo, y quedarse bloqueado. Es normal, nos puede pasar a todos. “Doy gracias a Dios por haberme acompañado y haberme utilizado para prolongar una vida”, ha manifestado. Luego nos comentaban la grandeza de los sanitarios, lo necesario de su profesión y del orgullo que pueden sentir, la alegría de sentir que somos una parte de la sociedad, y una parte que actúa, que cambia vidas para mejor.
¿Qué perspectiva da el tiempo a la primera actuación?
Llegó a Luis esa misma pregunta. Tranquilidad a la hora de actuar, saber que tienes claro los procedimientos, que funcionan, y que tienes la preparación mínima. Siempre insiste en que la formación básica en emergencias es “básica”, que es más importante tener claros los conceptos básicos que profundizar en conceptos más avanzados sin consolidar los básicos. La labor del Policía, del ciudadano, como primer respondiente sanitario, es importantísima en la cadena de la vida. En más de 15 años de servicios de guardia y servicios preventivos, y casi los mismos de servicio en la Policía, no había presenciado ninguna parada. Sin embargo, en seis meses ha tenido que aplicar dos técnicas distintas fuera de servicio. La actuación inmediata es una de las premisas más importantes a la hora de asegurar la cadena de asistencia, la cadena de la vida. Sin duda, el tener que realizar un masaje RCP impresiona más y es más delicado (hace seis meses tuvo que aplicar la maniobra de de Heimlich). Por ello es importante incidir en la formación. Transmitir al pecho del accidentado la fuerza suficiente sin excederse requiere formación y decisión, por eso siempre se insiste en ello en los planes de formación de la FCSE.
¿Y tenemos noticia del accidentado?
Luis se acercó unas horas después a la sala de espera. Allí estaba María, la mujer cuya advocación de la Virgen completa no podemos relevar. Y dijo a Luis que su marido estaba bien, pendiente de un TAC, pero que estaban tranquilos y contentos. Preguntó si había comido y si necesitaba algo, y María dijo que sí, que había comido y que no necesitaba nada, que no se preocupase. Que allí estaba ella, acompañada de la Virgen, rezando el Rosario.
Luis, después de acompañarla un poco y de contarle parte de su vida, de la de su marido (funcionario de Justicia que ha prestado servicio en la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, que miró a los terroristas a la cara y no les tuvo miedo, que renunció a la escolta sin haberla llegado a utilizar), vio como ese día había sido un auténtico Ángel Custodio. Esa imagen que tanto nos gusta de nuestro Santo Patrón, y que no es otra que la de ser instrumentos de Dios en la vida ordinaria, servidores de los españoles en cualquier momento y lugar.
