La Policía de Haití ha confirmado la muerte de cuatro sospechosos y dos detenidos relacionados con en el asesinato coordinado del presidente Jovenel Moïse.
“Cuatro mercenarios fueron asesinados [y] dos fueron interceptados bajo nuestro control”, dijo Charles, según la BBC. “Tres policías que habían sido tomados como rehenes han sido recuperados. Bloqueamos [a los sospechosos] en el camino cuando salían de la escena del crimen. Desde entonces, hemos estado luchando con ellos”.
Las primeras informaciones apuntan a que los criminales contaban con un alto nivel de preparación en intervenciones armadas y hablaban español o inglés. Idiomas externos ya que en Haití se habla el criollo y el francés.
Otro funcionario en el país llamó a los asesinos “comandos profesionales bien entrenados” y “mercenarios extranjeros” que portaban armas de alto poder, estaban vestidos de negro y se hacían pasar por agentes de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos.
Los detalles del ataque han sido escasos y no se conoce el motivo. Los sospechosos muertos en el tiroteo no fueron identificados. La oficina de Joseph dijo que el ataque se desarrolló en la casa privada del presidente en Puerto Príncipe alrededor de la 1 a.m hora local y quedó herido de muerte.
El Times informó que Martine Moïse, la esposa del presidente, también resultó gravemente herida en el ataque y está recibiendo tratamiento en un hospital en Florida. La BBC informó que se encontraba en estado estable pero crítico.
Moïse era un hombre de negocios de 48 años con poca experiencia política cuando juró como presidente de Haití el 7 de febrero de 2017. El ex productor de banano heredó una nación en crisis, una nación que había pasado un año sin un líder electo en su lugar. También lo deja en el caos.
Al asumir el cargo, se comprometió a fortalecer las instituciones, combatir la corrupción y traer más inversión y empleos a la nación más pobre del hemisferio. “Podemos cambiar Haití si trabajamos juntos”, dijo Moïse sobre los terrenos de lo que solía ser el palacio nacional, uno de los muchos edificios arrasados por un terremoto de enero de 2010 que mató a miles de haitianos.