El Consejo de Ministros ha aprobado el ascenso a cabo de dos guardias civiles con carácter honorífico y a título póstumo este viernes, agentes que fallecieron protegiendo y sirviendo a la ciudadanía.
Uno de ellos es José Manuel Arcos, fallecido en acto de servicio el pasado 15 de octubre de 2018, en Húeter de la Vega (Granada). El guardia civil de 49 años recibiría un disparo a bocajarro por parte del delincuente multirreincidente al que trataba de detener que acabaría con su vida.
Su muerte conmovió a la sociedad y puso entredicho la fundas porta armas de dotación empleadas por el Instituto Armado.
El otro guardia civil ascendido a título póstumo se trata de Juan Francisco Lozano Díaz, aquel veterano agente que, fuera de servicio, medió en una reyerta en Don Benito, la madrugada del 1 de noviembre de 2018.
Juan Francisco murió a causa de varias puñaladas, hecho por el cual fueron detenidas cuatro personas. Se encontraba en su pueblo natal de vacaciones ya que estaba destinado en la localidad guipuzcoana de Zarautz.
Merecido reconocimiento a estos guardias civiles convertidos en ángeles de la guarda que entregaron sus vidas al servicio de España. Consigo se llevan el respeto y la admiración de toda una nación.