Los hechos ocurrieron en el barrio de C´an Pastilla en Palma, sobre las 01:30 horas de la madrugada del miércoles, tras una cena marcada por malos tratos.
La Sala del 091 recibió sobre las 01:30 horas una llamada en la que comunicaban que una persona se encontraba en un bar del barrio de C´an Pastilla con una herida de arma blanca.
Al llegar localizaron a la víctima, la cual estaba en estado semi inconsciente, intentado taponar con varias servilletas una herida sangrante que tenía en el cuello.
Había sangre por todo el suelo.
Los agentes de la Policía Nacional que se personaron en el lugar se entrevistaron con los testigos de los hechos, los cuales manifestaron que la pareja de la víctima había estado cenando en el bar, junto con una menor.
Comunicaron a los agentes que durante la cena había estado sufriendo malos tratos constantemente, motivo por el que algunos de las personas que se encontraban el bar les llamaron la atención. Los testigos llegaron a ver cómo le propinaba un puñetazo en la cara mientras tenía unas llaves en la mano, todo ello, además, en presencia de la menor de edad.
Tras marcharse los tres del local, regresó poco después la víctima con la mano en el cuello, pidiendo auxilio, al tiempo que decía que su pareja le había clavado algo en el cuello.
Estaba sangrando abundantemente.
La pareja de la victima que no se encontraba en el lugar, se presentó más tarde en un taxi, portando entres sus pertenencias un cuchillo de hoja de sierra, siendo presuntamente el arma de la agresión.
Además del cuchillo tenía dos teléfonos móviles, uno de ellos de la víctima, la cual había manifestado a la policía que lo había perdido.
Por todo esto, los agentes procedieron a su detención por un presunto delito de malos tratos en el ámbito familiar.
Violencia sin género.
Cuesta creer que tras sufrir malos tratos durante toda la cena e incluso llegando a propinarle un puñetazo en la cara, los clientes del bar se limitaran a llamarles únicamente la atención.
Pero si decimos que la víctima es el hombre y la autora es la mujer, seguramente no cueste tanto creerlo.
Creo que la última frase y en negrita sobra. Ah.. y los delitos no son presuntos. Son los autores. De nada.