Miembros de la Unidad Canina de la Policía Local de Alicante han detenido el pasado viernes a dos varones, de 20 y 21 años, por transportar 12 kilos de hachís y 475 gramos de marihunana.
El hallazgo tuvo lugar en la estación de autobuses de la ciudad, durante un dispositivo preventivo establecido en el lugar.
Los perros, perfectamente entrenados para la detección de sustancias estupefacientes, marcaron una maleta que transportaba la cantidad de droga intervenida. Se encontraba albergada en la bodega del autobús que cubría la ruta Málaga-Barcelona.
Tras unas breves pesquisas, los agentes identificaron y posteriormente, detuvieron a sus dos propietarios que, como no podía ser de otra forma, negaron los hechos.
El olfato de los canes ha demostrado una vez más ser un seguro de vida para la prevención y detección de tráfico y consumo de cualquier sustancia estupefaciente, facilitando en gran medida la labor policial en esta materia.
De hecho, esta misma Unidad detectó, el pasado mes de febrero, a un individuo americano que portaba en una maleta 1’4 kilos de hachís en su interior.
Intervenciones como éstas dejan bien a las claras la tremenda efectividad en la detección preventiva de drogas por parte de estos especialistas de cuatro patas.
Si bien es cierto que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cuentan con unidades especializadas de guías caninos, también lo es que su empleo se convierte en casi residual, si tenemos en cuenta el número de intervenciones existentes en materia de seguridad ciudadana al cabo del año, donde a buen seguro, su participación hubiera sido determinante.