Este domingo, 11 de diciembre, se cumplieron 35 años del atentado contra el Cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, tal día como ese de 1987; el resultado, todos lo conocemos, 11 personas asesinadas entre los que se encontraban 5 menores.
Hoy en día, hay otros motivos, aunque muy diferentes para lamentarse. Ese mismo domingo se ha celebrado una concentración ciudadana para apoyar a los guardias civiles de la Agrupación de Tráfico destinados en Navarra, a los que se les va a echar de sus destinos porque así se ha decidido, pero sin que haya ningún estudio o informe técnico previo que avale o recomiende esta decisión, como vienen señalando desde APROGC. “Esperemos que sea la última vez que se echa a los guardias civiles de alguna de sus competencias o de otra Comunidad Autónoma sin ningún motivo, como ahora”, manifiestan los representantes de los agentes.
“A los guardias civiles de tráfico de Navarra se les echa porque sí. A ellos y a sus familias, a las que también se les echa de su vida, de su entorno, a los que se les obligará a cambiar de lugar de residencia, a dejar a sus amigos, porque sí, por un acuerdo entre quienes nos gobiernan y los amigos de los que nos acosaron y asesinaron. A los primeros les preguntamos para qué ha servido la entrega de más de cuarenta vidas de personas asesinadas en Navarra. A los segundos…nada”, reclaman desde APROGC.
“Ahora toca reclamar una salida satisfactoria y una solución a la medida de cada uno de los guardias civiles de la Agrupación de Tráfico destinados en Navarra. No como ya HAN sufrido en las otras Comunidades Autónomas donde también se entregaron las competencias de tráfico”, indican los agentes.
De la pasarela profesional a la Policía Foral, nada se sabe. Bueno, algo sí sabemos. Que ni en tres meses ni en tres años el Gobierno Foral tendrá capacidad para asumir la totalidad de las competencias de la vigilancia y la gestión del tráfico y la seguridad vial. Nada se sabe, aunque ya hace tiempo que deberían haber aclarado como se iba a llevar a efecto, presentando las condiciones de esta pasarela. Pero no saben como hacerlo.
De las soluciones para los guardias civiles, se espera que a cada uno se le resuelva esta difícil situación a la que les han abocado. “A ellos y a sus familias, que, si siempre son importantes, en esta situación lo son aún más. Que se ofrezcan soluciones de manera individualizada y de la mejor forma que cada uno particularmente considere para sus intereses: bien quedándose en otras Unidades de la Comunidad Foral o bien siendo destinados a la Unidad del resto de España que soliciten, que prefieran, que más les interese”, reivindican.
Esperan de sus mandos, de sus jefes guardias civiles, que se empeñen al máximo en esta tarea, que se mantenga permanentemente informados a los afectados y con toda claridad, para que conozcan todas las opciones y sus detalles y consecuencias, y puedan decidir con el mejor criterio. “Estamos seguros que son conscientes. Posibilidades hay, lo sabemos todos. Se lo merecen”, manifiestan.
“Porque, aunque haya habido quien ha pretendido dejar en entredicho la profesionalidad de los guardias civiles de tráfico, en Navarra han cumplido con creces lo que se espera de ellos, lo que los ciudadanos nos pueden exigir: prestar el mejor servicio. Lo están haciendo ahora de manera sobresaliente a pesar de un futuro incierto y estamos seguros de que seguirán prestando el mejor servicio en las carreteras de Navarra hasta el último minuto, del último servicio, del último día que un guardia civil de tráfico permanezca en nuestra querida Navarra”, precisan a través de un comunicado.
Todo mi apoyo y cariño. No hay palabras ante tanta ignominia.
Eduardo