Tras semanas frenéticas de trabajo frente a la Dirección Operativa del Hospital Covid-19 IFEMA, h50 ha podido hablar con quien es una de las imágenes de coordinación del COVID-19 en Madrid.
El 20 de marzo, fecha clave para el levantamiento del hospital de IFEMA, la Viceconsejera de Asistencia Sanitaria, llamó a Abarca para tenerle sobre aviso que en cuanto el consejero diera la orden de montar el mayor hospital de campaña de España contarían con él. Eran las 12.00.
A las 15.30 del 20 de marzo el consejero encargó el envite por teléfono a Antonio Abarca, el consejero le espetó: “Vete para IFEMA, llama al ingeniero Juan Jose Pérez Blanco, hay que montar 5.000 camas y otras 500 de UCI”. Aunque no había pedido nada a cambio de su trabajo, entendía que tendría disponibilidad absoluta para todo y hasta el momento su descanso casi pasó desapercibido.
El macro hospital de campaña de IFEMA, uno de los milagros que ha dejado heredados esta crisis del coronavirus.
Abarca detalla aquellos primeros instantes aún con ilusión: “En ningún momento nos planteamos que no se podría hacer, existía una conciencia generalizada de emergencia, la gravedad del problema y de la necesidad de ayudar. La principal preocupación era la instalación de los gases medicinales, porque todo lo demás tenía la sensación de que se iba a conseguir”.
Aquel 20 de marzo fue un día frenético. Y en IFEMA, Abarca, Pérez Blanco, los directores de área y 40 miembros de su equipo, junto con las Fuerzas Armadas, pensaron mientras tanto si el suelo debía llevar PVC. Las llamadas fueron en aluvión. A sus principales proveedores de servicios e infraestructuras (catering, limpieza, residuos, lavandería, mantenimiento, electromedicina, logística) y, sobre todo, a las dos multinacionales de gases medicinales (las competidoras Air Liquide y Carburos Metálicos) para que instalasen en tiempo récord un gran depósito de 80 metros cúbicos de oxígeno.
Durante el día 21, y, en pocas horas, aterrizaron desde distintos centros de la Comunidad 1.200 médicos y personal de enfermería y fue ahí cuando resultó fundamental el sistema de organización implantado por Antonio Zapatero, el director médico del hospital covid-19, y actual viceconsejero.
“He podido conocer a grandes profesionales de los que no solo guardaré su recuerdo de profesionalidad y su amistad”
Abarca rememora las jornadas duras, pero con mucha nostalgia: “Ha sido la suma del trabajo de muchas manos, un proyecto que sin el tesón del Consejero de Sanidad no hubiera salido adelante, es lo más gratificante que me ha pasado en mi vida, pero al final hasta nos dio pena apagar la luz, porque el hospital funcionaba perfectamente, diversidad de profesionales que nunca habíamos trabajado juntos en 13 horas estábamos coordinados como si lleváramos años trabajando, y si hubiera sido por nosotros seguiríamos mandando que nos derivasen más pacientes Covid-19 porque les cambiamos la vida”.
“Todos los batallones de las Fuerzas Armadas han mostrado el agradecimiento a Abarca por su colaboración, trato y coordinación, como se puede ver en los numerosos obsequios que le han sido entregados y figuran en sus RRSS.”
El 31 de marzo el Jefe de Expertos COVID-19 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Bruce Aylward, calificó de “extraordinario” el hospital de campaña instalado en IFEMA para aliviar la capacidad de los hospitales madrileños albergando a pacientes leves y graves del coronavirus, destacando que “los madrileños deberían sentirse muy orgullosos” , para Abarca “Hasta que no vienen desde fuera a decirnos que los que estamos haciendo era una maravilla, nadie se dio ni cuenta”.
Igualmente, Abarca, ha colaborado para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado pudieran tener recursos de protección estableciendo vínculos de conexión con empresas donantes y la supervisión directa de aquellos casos de funcionarios ingresados con COVID y que le eran informado, tanto a su móvil personal, como a sus redes sociales. No dejó una llamada sin atender o un email sin contestar y realizó un seguimiento diario hasta su recuperación.