No sabría precisar el momento exacto en el que Dios tomó la decisión de crear a sus ángeles custodios. Desconozco si realmente ocurrió un dos de octubre o si fue producto de largas divagaciones divinas, pero lo que tengo realmente claro es cuál fue el motivo para hacerlo.
EL MOTIVO
Sabiendo de la fragilidad del ser humano para cometer errores una y otra vez, Dios quiso poner remedio enviando a sus ángeles custodios por todo el mundo y así mantener el status quo entre los hombres. Se les dotó de cualidades tan especiales que parecían estar reservadas exclusivamente para unos pocos elegidos. Justicia, fuerza, honestidad, comprensión y la ejemplar vocación de servicio a los demás eran sólo un pequeño ejemplo de todas esas aptitudes.
Los ángeles custodios vestidos de azul asumirían con honor una de las más dignas misiones como es la de convertirse en defensores y protectores de sus semejantes terrenales. Si bien podían haber sido creados como seres imperfectos, Dios decidió que fuesen de carne y hueso, sin aureolas y sin alas, pero con un don especial, la entrega desmedida.
Ángeles fuertes forjados en hierro, ángeles azules con un corazón ardiente y sentimientos. Ésa era la mezcla perfecta necesaria para ser capaces de afrontar lo que posteriormente les esperaría en las calles, ya que serían innumerables las ocasiones en las que se les pondría a prueba. En unas situaciones límite tendrían que medir sus fuerzas prácticamente hasta la extenuación y en otras no menos complejas, sería su empatía y comprensión las que entrarían en lid. En saber mantener el equilibrio entre ambas es donde reside su valía.
En la batalla diaria los ángeles azules se sentirán privilegiados cuando el destino les premie siendo portadores de buenas noticias ante los peores desenlaces imaginables, pero no olvidemos que de igual manera y con la misma intensidad, sufrirán al enfrentarse a los peores actos que la condición humana sera capaz de llevar a cabo. El hecho de intervenir en unos u otros de esos actos no es elegible para ellos, y llegado el momento fuese cual fuese el que les tocase asumir, lo harían con excelsa abnegación.
NUNCA FALLAN
Siempre tendrán su mano tendida para socorrer al que demanda auxilio, para acompañar al afligido o para proteger al débil y necesitado de justicia. Por todo ello y, en favor de quienes ansían y reclaman su presencia, estos ángeles azules no dudarán en descender hasta lo más hondo del abismo infernal para luchar contra mil demonios a riesgo de quemarse con sus abrasadoras llamas.
La vida no siempre es fácil y de vez en cuando se pone cuesta arriba y se torna un nudo que aprieta. Si por alguna circunstancia os sentís inmersos en un momento de profunda flaqueza o dolor, si en cualquier lugar os encontráis sumidos en la más absoluta oscuridad, alzad la vista y estar atentos, los custodios nunca nos van a dejar solos. Ya sea al otro lado de la línea telefónica del 091 o de manera personal, ellos siempre estarán ahí.
No existe descanso para ellos. Siempre en vela, nuestros custodios vigilantes nos cuidan. Cuando observéis un rayo azul recorriendo la ciudad, sabed que su potente destello será siempre la luz de esperanza que los ángeles de la guarda desprenden a su paso.
Semper fidelis
Feliz día de los Ángeles Custodios
DESDE EL ROMPEOLAS – h50 Diario Digital Policial
BRAU LÓPEZ MATAMOROS
VENUS INFINITA
