El próximo 11 de mayo se jubila nuestro amigo Ángel Rabadán. Su bondad no le ha permitido tener enemigos.
Policía por vocación
Ingresó en la Policía Municipal de Madrid el 29 de Septiembre de 1985, donde se incorporó al distrito de Hortaleza, poco después pasó por la Subinspección de Servicios Generales, la UVA 4 norte, la Subinspección de Técnica de Tráfico, Relaciones Institucionales, la UID de Chamberí, el Departamento de Formación y Estudios, la Inspección Territorial, el Gabinete Psicopedagógico , la subinspección de Distritos 3, Salud Laboral, la Subinspección de Zona Sureste, el Área de Distritos 2, Convivencia y Prevención, Gestión de la Diversidad, Distrito de Retiro, acabando su periplo en Logística como intendente.
Médico y abogado
Ángel proviene de una familia dedicada a la medicina. Su padre, un gran médico muy conocido en Madrid, su hermano también médico y él, como no podía ser de otra manera, hizo medicina y saco su titulo de médico, pero su vocación estaba en la Policía Municipal de Madrid donde como hemos dicho ingresó en 1985. Allí y en su ánimo de incrementar su conocimiento hizo la carrera de Derecho.
Honestidad
Todos los que le conocemos, de una u otra forma le queremos y le admiramos profundamente por ser como es: por vivir con pasión lo que hace; por ser persona honrada a carta cabal; por cultivar la amistad como se debe hacer: con temperamento, obstinación y generosidad; por ese afecto entregado, franco y desinteresado que a todos prodiga; por ser un hombre libre, aún encorsetado entre rígidas y disciplinarias estructuras administrativas; por ser el verso suelto que da brillo a la armonía del poema; por ser el brocal por el que se desborda el valor de la palabra; por ser el mejor amigo que nadie pueda tener; y por mirar a los demás con el corazón. Ya lo dijo Saint-Exupéry en El Principito: «No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos».
Fdo.: Grupo de amigos “Banquete” para h50 Digital Policial
Un humanista. Como policía, como médico y luego como abogado. Un hombre al que “nada de lo humano le es ajeno”. Tal como se dice en el artículo, “una persona sin enemigos”. Ahora de jubilado, y después de toda una vida en la Policía Municipal de Madrid, va a ejercer de médico. Un honor tener compañeros así.
Por lo que que ve conoce más la comodidad de despachos que el calor y crudeza del asfalto. Policías y policías.