Hace poco pudimos leer en las noticias, cómo un ladrón perseguido por la Policía tras cometer un robo llamó al 091 en plena fuga pidiendo que le dejaran de acosar.
Esta es una de las muchas historias rocambolescas que un Policía puede llegar a encontrarse a lo largo de su carrera profesional.
Desde ladrones que se dejan la documentación en el interior del vehículo que acaba de robar, o los que publican en las redes sociales sus delitos.
A continuación, os contamos algunas historias reales que son dignas de mención.
Dos Policías van a casa de un individuo que presuntamente ha usurpado la identidad de una persona para dar de alta líneas de telefonía e internet en su domicilio. Abre la puerta, y al ser preguntado por la instalación de internet, dice que no tiene. Acto seguido aparece el hijo gritando “papá ¿qué pasa? Que la tablet se ha quedado sin wifi”
Un hombre denunció ante la Guardia Civil que le compraron la droga con billetes falsos.
Una señora denunció el robo del teléfono y tras poner la denuncia, el Policía que le cogió la denuncia llama al teléfono denunciado y le suena encima a la denunciante.
Un hombre denunció ante la Policía Nacional que compró una dosis de cocaína en un bar de Melilla y la que le vendieron era de mala calidad, basándose en el malestar físico que le había provocado.
Para finalizar, no podemos olvidar aquella intervención en Alicante, en la que tras unos minutos de persecución por toda la ciudad, lograron detener al autor. Una vez detenido, comienza a decir todo tipo de cosas con tal de que le suelten.
https://youtu.be/BA_gslxSqrg
