El detenido por el crimen de Lardero contaba con antecedentes por agresión sexual en 1993 (se le sentenció a 7 años de prisión), y por asesinato y agresión sexual, en agosto de 1998, sentenciado a 20 años y 10 años, respectivamente. En 2020, fue trasladado desde otra prisión al centro penitenciario de Logroño, quedando en libertad condicional en abril de 2020. Acabaría de cumplir condena en 2023.
Disfrutaba de libertad condicional. Dentro de las medidas de control con carácter general, se establecieron:
- Presentación temporal en la Oficina de Control de Penas de la cárcel
- Participar en cursos de rehabilitación, mantener unas reglas de conducta.
- Residencia en un lugar concreto y notificar cambios.
En este caso, su buena conducta y los 39 permisos solicitados desde 2017, en los que no hubo ningún problema, facilitaron la concesión.
Entre los requisitos de la libertad condicional se hallan:
- Cumplir las ¾ partes de la condena.
- Buena conducta
- Encontrarse en el tercer grado.
3654 presos obtuvieron la libertad condicional en 2020. Su control se lleva a cabo a través de los trabajadores sociales y los verificadores que pueden presentarse en su domicilio, o bien mediante control telefónico.
La Policía, la Guardia Civil y resto de Fuerzas de Seguridad no reciben aviso de los presos en libertad condicional.
