No hace ni dos años, una veterana pero joven inspectora jefa llegaba a la Comisaria de Distrito de Villa de Vallecas. Su misión: La organización de la seguridad ciudadana. Algunos funcionarios la miraban con miedo, otros eran conocedores de sus éxitos profesionales en otras unidades o distritos como Puente de Vallecas o Centro. Precisamente, destinada en esta última dependencia llegó a ejercer como jefa operativa de la dependencia con más funcionarios de Europa. Conocían su prestigio y bajo los mandos de los comisarios que había estado, todos ellos habían ganado una buena reputación gracias a su trabajo y gran compromiso con la institución.
Pasados los meses, comprendieron que la inspectora jefa Mónica García, no era común. Vestía uniformidad en todo momento, su horario no tenía fin. No era de esa escala ejecutiva que rehúye de la relación con la escala básica, sino de la que buscaba cercanía con sus compañeros y encumbraba el trabajo en equipo. Mónica era consciente de que había que cambiar cosas y de que lo que quería solo se conseguiría apostando por un trabajo conjunto.
Su incansable trabajo, la llevó a ser una de las caras más visibles de la institución y con más prestigió entre los funcionarios, llegando a posicionar su comisaría como una de las dependencias con más peticiones de traslados de funcionarios en los diferentes concursos. Pero también, se ganó algo muy importante, los ciudadanos, un gran reconocimiento del tejido asociativo que manifiestan: “La añoranza hacia una ejemplar funcionaria que siempre mostró eficacia policial, lo que notaban en falta desde hace años”.
Sus funcionarios muestran ahora su desolación por su marcha. La consideran más que una jefa, una compañera que supo estar en todos los momentos, buenos y malos, y que ante la pandemia de la COVID supo responderles con su apoyo y presencia, sin faltar un día y proporcionándoles recursos. “Una jefa con preocupación hacia nosotros y nuestra familia, pero muy exigente en el trabajo”, atestigua un agente. Manifiestan que esa mezcla que ellos desconocían es lo que la llevan a decir que es una líder policial que será difícil de superar. Y que esperan que el próximo año regrese como comisaria.
Mónica García Zarate es reconocida policialmente por ser una de las inspectoras jefas con mayor numero de distinciones, por estar frente a operaciones de gran complejidad, como la Operación Candy, Paco Sanz…
El Director General de la Policía, premia ahora a esta gran profesional con un ascenso a la Comisaria General de Policía Judicial. Su talento y brillantez, junto con su amplio currículo ponen a una gran servidora pública al desempeño de un nuevo reto en una unidad en la que sus conocimientos servirán para el bien de la nación.
En su última semana, sus funcionarios solo quieren manifestar textualmente: “El honor de servir a su lado y la tristeza de su marcha. En la Comisaria de Villa de Vallecas siempre tendrá su familia jefa. Siempre a sus ordenes”.
Compañeros SC Villa Vallecas