La Ertzaintza ha detectado una tendencia al alza en las denuncias de fraudes financieros, debido en parte al aumento de las actividades de inversión a través de internet y de las nuevas herramientas tecnológicas. Esta actividad ha sufrido grandes cambios en los últimos tiempos y, en la actualidad, cualquiera puede realizar inversiones tanto en activos tradicionales como digitales, entre los que se encuentran algunos de los más conocidos, los criptodineros. Este mercado digital está aún en proceso de regulación y las posibilidades de inversión no están a salvo de fraudes. Por ello, la Ertzaintza ha ofrecido una serie de consejos para evitar riesgos y pautas a seguir en caso de ser víctima de este tipo de ciberdelitos.
Los fraudes financieros o de inversión son actuaciones fraudulentas que se utilizan para convencer a una persona de que invierta dinero. La estafa se puede hacer con valores bursátiles, bonos, productos básicos o, lo que hoy es lo más común, criptodinero.
El estafador convence a la víctima de instalar un programa en su dispositivo móvil o en su ordenador, con el que asegura que la víctima podrá controlar sus inversiones, pero en realidad son los ciberdelincuentes los que tienen la potestad de controlar el dispositivo de la víctima y actuar en su nombre.
La víctima de este ciberfraude normalmente realiza la transferencia del dinero que tiene que invertir, pero cuando intenta recuperarlo le ponen todo tipo de trabas e incluso le piden más dinero para recuperar el dinero que ha invertido, y de esta forma siguen estafando. En muchos casos, incluso tras la denuncia del fraude, la víctima sigue recibiendo llamadas de números de teléfono internacionales o nacionales aportando diferentes motivos por los que no se ha recuperado la inversión. En algunos casos se le dice que la persona que cometió el fraude ha sido despedida y se le acusa de retrasos, recuperando así de nuevo la confianza de la víctima. En algunos casos se hacen pasar por un bufete de abogados y piden más dinero para denunciar a los estafadores o inventan cualquier otra excusa para exigir algún pago más a la víctima.
Normalmente, los estafadores se encuentran en algún país extranjero, lo que dificulta la investigación de la Ertzaintza.
Tres señales de alerta
- Prometen una alta rentabilidad con muy bajo o nulo riesgo. En general, las inversiones de alta rentabilidad requieren asumir un riesgo elevado, mientras que las inversiones de baja rentabilidad presentan un riesgo menor.
- Se presiona para que la inversión se haga cuanto antes. Los estafadores utilizan muchas veces tácticas de venta a alta presión, ya que quieren hacerse con el dinero de la víctima y pasar a hacer lo mismo con otras víctimas.
- La persona o empresa que ofrece la inversión no está registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el Banco de España o en la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
Algunos consejos a tener en cuenta antes de invertir
- Nunca debemos dar claves o datos personales si no sabemos quién está al otro lado. No debemos permitir la instalación de programas o aplicaciones en nuestros dispositivos.
- Si no tenemos datos sobre la empresa que nos impulsa a invertir, tenemos que hacer unas mínimas comprobaciones y buscar información en internet para reducir el riesgo. Es importante comprobar los registros del CMNV, del Banco de España o de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
- No debemos fiarnos si un desconocido nos dice que se hará cargo de nuestras inversiones. El propietario del dinero debe tener todo el control del dinero y la posibilidad de retirarlo cuando quiera.
- En caso de cometerse el fraude, es importante romper todo tipo de vínculos con los defraudadores y en ningún caso enviar más dinero.
- El criptodinero y los exchanges están en proceso de regularización y aún no tienen la transparencia que tiene otro broker o el mercado de valores. Esto hace que el riesgo del fraude sea mayor.
- No debemos fiarnos de llamadas, anuncios o personas que nos aseguran unos beneficios enormes.