La víctima fue derribada de una patada cuando caminaba por la calle.
Cuando llegaban los agentes, el agresor metió en el bolsillo de la víctima un teléfono que había hurtado momentos antes en una vivienda cercana.
Después de localizar a la propietaria del móvil, los policías se lo devolvieron y procedieron a la detención del responsable de los hechos.
El detenido ya contaba con 12 antecedentes policiales anteriores, siendo varios de ellos por hechos similares al descrito.
Agentes de la Unidad de Prevención y Reacción de la comisaría de Policía Nacional de Vigo-Redondela han detenido a un varón de 31 años de edad, de nacionalidad española y con numerosos antecedentes policiales por un delito de Robo con Violencia al haber agredido brutalmente a otro para robarle.
Los gritos sobresaltaron a varios vecinos
Faltaban pocos minutos para las 13:30 horas cuando varios vecinos llamaban a la Sala Operativa del 091 en Vigo para informar que un varón estaba agrediendo a otro al comienzo de la calle Travesía de Vigo.
Una dotación UPR que realizaba labores de prevención de la delincuencia en la zona se dirigió al lugar, y a su llegada fue requerido por los viandantes que les manifiestan que había un varón sangrando por la cabeza en unas escaleras que bajan hacia la calle Numancia.
Al acercarse los policías a socorrerlo vieron como otro varón lo amenazaba al tiempo que le gritaba que se estuviera callado y que dijera que el teléfono era suyo.
Los agentes atendieron a la víctima y le realizaron un cacheo preventivo de seguridad en el que localizaron un teléfono móvil entre sus ropas, manifestando ésta que no era suyo y que acababa de metérselo el agresor en el bolsillo.
Mientras esperaban por la ambulancia, el herido les indicó que cuando caminaba por la calle, al llegar a la altura de unas galerías, sorpresivamente recibió una patada que lo derribó y lo tiró al suelo, exigiéndole el agresor que le diese la cartera y el teléfono.
Tras conseguir levantarse huyó hacia la calle Numancia, siendo perseguido por este varón, que logró alcanzarlo en las escaleras y continuó golpeándolo hasta la llegada de la dotación policial, momento en que le metió el teléfono en el bolsillo y le ordenaba que dijese que era suyo.
Después de realizar las averiguaciones necesarias, descubrieron que el terminal telefónico había sido hurtado en un domicilio cercano, por lo que los policías procedieron a la detención del agresor momento en que éste cerró los puños e intentó agredir a uno de los agentes, el cual evitó el golpe y procedió a inmovilizarlo y detenerlo.