El Juzgado de Instrucción nº22 de Madrid ha enviado a prisión a uno de los cuatro detenidos el pasado miércoles, 16 de octubre, tras los disturbios ocurridos en el centro de Madrid posteriores a la concentración en la Puerta del Sol en apoyo al independentismo catalán y en solidaridad con los políticos presos.
Entre los cuatro detenidos por parte de la Policía Nacional figura un menor de edad. Todos ellos han sido acusados de desórdenes públicos y atentado contra agentes de la autoridad. El menor ha pasado a disposición del Fiscal de Menores y dos de los tres mayores de edad han sido finalmente puestos en libertad.
El cuarto detenido ha ingresado en centro penitenciario acusado de agredir en la cabeza a un policía de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) con una madera con clavos oxidados, lo que hizo que el agente tuviera que ser trasladado a un centro hospitalario a pesar de que portaba casco y ello evitó lesiones de mayor gravedad.
Los hechos se desarrollaron sobre las 20:00 de este miércoles cuando unas 500 personas se concentraron en la madrileña Puerta del Sol en apoyo al movimiento independentista catalán y en solidaridad con los políticos presos.
Bajo los lemas ‘Madrid está con el pueblo catalán’, ‘Libertad presos políticos’, ‘No pasarán’ o ‘Decidir no es delito’, los manifestantes exhibieron decenas de banderas esteladas, lazos amarillos, fotografías de Carles Puigdemont y una gran bandera tricolor republican con un lazo amarillo impreso.
Procedentes de diferentes partidos, sindicatos y movimientos como Corriente Roja, Izquierda Castellana, Comisiones Obreras o Anticapitalistas, los asistentes corearon lemas como «Libertad presos políticos» o «Que viva la lucha del pueblo catalán».
Sin embargo, varias decenas de personas de extrema derecha irrumpieron sobre las 9 de la noche en la Puerta del Sol con banderas españolas y con el logo de Vox y el brazo en alto haciendo el saludo fascista, gritando «Cataluña es España» y «No nos engañais», con el fin de reventar la manifestación pro-independencia.
Tras unos momentos de tensión que derivaron en fuertes enfrentamientos entre manifestantes de extrema derecha y anarquistas, con golpes, puñetazos y patadas, los agentes antidisturbios desplegados consiguieron separar a ambos grupos de manifestantes y finalmente el de extrema derecha se disolvió.
Posteriormente, un grupo de unos 50 manifestantes pro-independencia se desplazó a otros lugares del centro de la capital como el Congreso de los Diputados, la plaza de Tirso de Molina y las calles aledañas, donde los agentes antidisturbios de la Policía Nacional llevaron a cabo diversas cargas contra ellos y practicaron las cuatro detenciones.
Antonio Abarca para h50