Finalizamos el año 2023 con un índice de criminalidad superior a años anteriores en agresiones sexuales, no solo, la concienciación que ha querido hacer creer el Ministerio de Igualdad e Interior qué es quien publica las estadísticas trimestrales, reflejando que entre otros, la educación sexual que nos quieren hacer ver y creer que es un acierto en como “ellos” creen, se deba implementar, sino que en esta semana hemos podido ver por redes sociales, un video en el cual, un programa en la “TV pública Catalana, para concienciar sobre el porno” junto a menores, quienes están lamentablemente gozando de una situación que cuanto menos, es sumamente desagradable.
Quieren hacernos creer que está descontextualizado, pero más lejos de la realidad, se puede escuchar y visualizar perfectamente, como dicho actor porno pone en situación a su compañera, simulando una escena, indicando como podría pisarle la cabeza y como azotarla, por ejemplo.
El vídeo no tiene límites, y mucho menos es educativo. No se puede salir a las calles por un pico (aún estando mal hecho) y por este tipo de recreaciones, no dar ni una sola explicación, sino hacernos llegar que se trata de educar y supuestamente sensibilizar a los telespectadores con tal acritud.
Independientemente de que, se deba tratar el porno como un factor importante y se deba “respetar” ya que no es una práctica ilegal, lo que no se debe es, enseñar a menores este tipo de contenido, ya que en otros medios, se ha creado precisamente el debate de que no se debe retransmitir este tipo de escenas.
No podemos crear programas donde se pida respeto hacia la mujer siendo cada vez más necesario la concienciación de valor y educación, a saber decir que no sin miedo y aceptar una negación del mismo.
El último informe de Interior, reconoce que el aumento de violaciones es un peligro, se encuentran en un 12% superior al anterior, además de que este porcentaje trata de agresiones con penetración, y para más temor, la edad comprendida entre las agresiones sexuales, nos encontramos con más de un 40% siendo víctimas menores de edad.
Los delitos sexuales han crecido exponencialmente, las agresiones en grupo y los ciberdelitos sexuales se encuentran al alza, y no tienden a descender si no trabajan para recuperar el descenso.
Poco se trata en los medios de comunicación este agravio, es preocupante las bombas de humo que nos siguen mostrando con otros asuntos que creen más importantes, qué también lo son, pero, ¿en qué cifras nos adentramos hacia el 2024?
Siguen sin dar explicaciones, no reforman la “Ley sí es sí”, en la que vemos crecer los delitos sexuales, rebajas de condenas por el mismo y excarcelación de depredadores sexuales, quienes vuelven a reincidir porque ellos mismos en algunos casos, han admitido no estar listos para volver a entrar en la sociedad, porque sienten una necesidad de atacar a la siguiente víctima, siendo conscientes de que sufren una gravísima enfermedad.
En definitiva, nos encontramos ante violaciones en grupo por parte de menores con mayor frecuencia, acoso en las redes sociales, incremento de la pornografía haciéndolo como referente sexual.
Por lo tanto, ¿de qué os vale salir con carteles a la calle con el emblema de “hermana yo si te creo”? Ya que estáis por otro lado premiando que la pornografía está siendo herramienta fundamental para “clases de educación sexual”.
Resultaría fundamental, primero desarrollar a pre adolescentes y adolescentes la concienciación, pensamiento crítico y claves para saber donde está el límite y el respeto.