CONCEPTO DE TERRORISMO SEGÚN LA RAE:
Provocación o mantenimiento en estado de terror a la población, mediante actos que pongan en peligro la vida, la integridad física o la libertad de las personas o la conservación de los bienes.
Después de especificar qué es terrorismo y en qué consiste su actividad violenta, creo que no es necesaria una aclaración cuando hablemos de Tsunami democrátic o CDR.
Estas dos agrupaciones han sido catalogadas como grupos violentos que ejercen actividad de corte terrorista por mucho que se empeñen en decirnos que estos grupos radicales independentistas catalanes no son otra cosa más que asociaciones de vecinos con ideología independentista catalana. Hay que dejar bien claro que esto no es un grupo de folklore de abuelos catalanes vestidos con barretinas y haciendo calçotadas. Cortar las vías del AVE, asaltar pistas de aterrizaje en un aeropuerto o destrozar carreteras quemando neumáticos han sido actividades que han puesto en peligro a la ciudadanía y a todos los usuarios de los transportes a lo largo de toda la geografía catalana. Las motivaciones de los CDR no eran otras que las de causar los mayores estragos posibles sin tener en cuenta la seguridad o la integridad de las personas que pudieran verse afectadas con tal de lograr la desestabilización del estado.
Estas organizaciones radicales independentistas están bien regadas con fondos públicos y sus actuaciones de terror y caos han contado con el beneplácito de gran número de los responsables políticos del parlamento catalán. Lo que ellos llaman la revolución de las sonrisas no es más que la imagen suave que quieren transmitir a la opinión internacional sobre un conflicto político inexistente. Cuando un político comete un delito de cohecho blanqueo de capitales o malversación de caudales públicos no se puede definir como problema político sino como un delito. Si un político con suficiente responsabilidad y gran peso sobre sus ciudadanos se vale de altercados, manifestaciones, desórdenes públicos y autoproclama la república catalana como parte independiente del estado español, no es un problema político, es un problema de rebelión y sedición, por lo tanto un problema legal y judicial.
No hay olvidar que estamos hablando de España y hoy en día se podría decir que no es un país donde la democracia funciona plenamente y donde se garantiza la igualdad de todos sus ciudadanos. Se han empeñado en poner un listón para separar a los españoles de primera y a los de segunda. Si a ti se te pasa una semana a pagar la cuota de autónomos tienes un problema bastante serio con la administración y probablemente te multen o te toque pagar la cuota con un recargo… Sin embargo si eres un político independentista catalán que despilfarras un dinero público que debería ir destinado a educación o sanidad y en cambio lo derivas a la compra de esteladas o para forrar generosamente a todos aquellos chiringuitos que sostienen el independentismo, si eres de esos no te pasará nada, y si te pasa, ya habrá otro que te indulte.
Tachan a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado de fuerzas represoras y de ocupación, les insultan, les agreden y atentan contra ellos, y no pasa nada… Pero se hacen los ofendiditos cuando a los CDR o a tsunami democrático se les cataloga como grupo u organización terrorista por parte de jueces y magistrados.
Aquellos que negociaron con agentes rusos la cesión de militares y mercenarios para un hipotético conflicto armado entre Cataluña y el estado español, esos mismos que desde Ginebra organizaron el entramado mafioso de tsunami democrático, así como todos los altercados violentos como los de Urquinaona, los ataques a la policía en Via Laietana, todas aquellas actuaciones que hayan podido definirse como actos terroristas y todas las barbaridades que se han cometido en nombre de la independentismo catalán, todas esas que han acontecido y las que acontecerán, quedarán impunes.
Los mismos que se ponen la camiseta del Che Guevara, hablan de los principios de la lucha de Nelson Mandela, recitan los discursos de Rigoberta Menchú, son también los que se ponen detrás de pancartas lideradas por quienes acogen gustosos los discursos rancios del supremacista Sabino Arana o Lluis Companys orgulloso firmante de miles de sentencias de muerte. Con tanta incoherencia en el pensamiento y tantas tragaderas por un atisbo de poder, hay muchos que serían capaces de vender no sólo su alma al diablo sino también la de su madre.
Indultos o amnistía para quienes cometieron un delito y para quienes en favor de esa medida de gracia penal se atreven a querer volver a repetirlos.
La irresponsabilidad en los actos que realizan los que continuamente se muestran como adalides de la democracia, son quienes deberían dar ejemplo y no permitir que se insulte a quienes defienden la ley, la libertad y el estado de derecho vistiendo un uniforme de policía.
Los policías y guardias civiles ya hicieron su trabajo y pagaron con creces el alto precio que tiene luchar contra la ignonimia y la sinrazón…visto lo visto estamos abocados a repetir lo mismo y no sólo en Cataluña.
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