Ayer, 8 de noviembre del 2023, fue un día para guardar en la memoria. Quienes han ofrecido su testimonio a este medio pueden confirmarlo. A continuación, les ofrecemos un desarrollo de lo que aconteció ayer por la tarde-noche en la capital española.
Cerca de las 18:30 horas, los seis grupos de la UIP que estaban de servicio con motivo de la manifestación -que tendría lugar dos horas más tarde-, fueron desplegados en la calle Ferraz. Numerosos efectivos iban colocando el vallado estratégicamente para proteger la zona, hasta completar el cerco. Los primeros manifestantes, de carácter pacífico, iban llegando al lugar, que se llenó rápido. La asistencia fue masiva, alrededor de 7000 personas se reunieron para protestar contra la amnistía y el Gobierno actual.
Comienza la manifestación
A las 20:00 horas -comienzo oficial de la movilización-, la zona madrileña estaba cubierta por una marea que abarcaba varias calles. “Se manifestaban contra el Gobierno, la amnistía y algunos gritos contra nosotros”, contaba un efectivo de la Iº UIP (Madrid), que estaba ayer de servicio en el operativo, a h50 digital.
Numerosas banderas de España ondeaban por las calles de la Villa, lugar que tantos capítulos difíciles ha vivido. Los cánticos tuvieron como protagonistas: la amnistía, el Gobierno y la Policía Nacional. “Nada, pues había sido una manifestación muy tranquila, hasta el momento que los que estaban pegados a las barreras, que eran ultras, han empezado a tirar las vallas y ya se ha liado” declaraba un joven asistente a h50 digital.
Antes de ello, centenares de manifestantes decidieron cambiar de rumbo dirigiéndose hacia el Congreso de los Diputados, atravesando Princesa, Plaza de España, Gran Vía y Puerta del Sol. Otro grupo de la UIP fue comisionado de emergencia a la zona del Congreso para mantenerlo seguro ante posibles acciones violentas.
Las protestas continuaban su cauce natural
Famosas se han hecho las imágenes en las que la marca de ropa ´Canallita´ aparecía en una pancarta que rezaba: “¡QUIEN TENGA HONRA, QUE ME SIGA!”. A su alrededor, numerosos viandantes se iban uniendo y manifestándose. “Nos hemos movilizado de Ferraz al Congreso, pasando por Gran Vía (…) ver cómo los turistas nos miraban y se enteraban un poco del país en el que vivimos…” explicaba May López-Bleda fundadora de la marca, feliz por la experiencia, a h50 digital.
Las cargas de nuevo protagonistas
Y así fue, todo se mantuvo en su cauce natural hasta que a las 22:00 horas: “han empezado a acercarse a primera línea -las vallas- gente embozada de extrema derecha (…) han empezado a lanzarnos mecheros, litronas llenas y huevos, ahí es cuando han tirado las vallas para romper el cerco y es cuando se han producido las cargas”, explicaba el mismo agente. Como se puede observar en los vídeos que corren por las redes, los efectivos tuvieron que cargar empleando el material antidisturbios para disolver a los violentos.
En un primer momento, la parte agresiva de la masa obligó a las filas de la UIP a retroceder. Posteriormente, iniciaron la intervención. En ese momento, la cantidad de gente había disminuido considerablemente, tal y como rezaba la información facilitada por el mismo policía. Los grupos se dividieron en zonas de trabajo para abarcar de manera efectiva todos vértices de lo que quedaba de manifestación.
Todo bajo control
No han sido pocas las imágenes que muestran una situación que recuerda sutilmente a lo acontecido en Cataluña unos años atrás. En este caso, todo concluyó exitosamente, no obstante: hubo hasta 6 detenidos por desórdenes públicos y atentado, 30 agentes de la UIP fueron heridos, por impacto de adoquines y botellas y dos furgonetas acabaron con ruedas pichadas por sabotaje. Se reestableció el orden público cerca de las 00:00 horas, los asistentes regresaron a sus casas y los violentos se disolvieron. La Unidad de Intervención Policial realizó impecablemente su trabajo entendiendo la realidad de los disturbios.
Y la gente, tras la segunda manifestación seguida, dejó clara una cosa: España ha despertado.