«Al margen de una batalla perdida, no hay nada más deprimente que una batalla ganada». Esta frase escrita por el Duque de Wellington forma parte del informe que de su puño y letra escribió acerca de la Batalla de Waterloo.
De todos es conocido el afán de conquistas de Napoleón Bonaparte, sólo que en esta zona de las inmediaciones de Bruselas calculó mal su estrategia y en tan solo tres días perdió esta batalla y declarado proscrito, fue capturado nuevamente y exiliado a la isla de Santa Elena, donde murió seis años después.
El sueño de aquel genio de la estrategia se desvaneció. Este sería el apunte histórico de esa batalla.
Hoy Waterloo nos suena a otra cosa bien distinta. A los españoles de a pié nos suena a traición.
En esa zona reside un proscrito de la Justicia española que con sus sueños de ser el jefe de una soñada nación libre e independiente, no tiene escrúpulos a la hora de chantajear a un débil presidente de Gobierno que, aun perdida las Elecciones Generales, se aferra a no abandonar su puesto ,incluso a costa de fragmentar España.
Waterloo nos suena a chantaje.
El estratega catalán tiene cogido por los h…. a todo un presidente de Gobierno. El independentista no se conforma con las claudicaciones que el Gobierno ya ha realizado a favor del avance de su opositor. Quiere más a cambio de nada.
Quiere Autodeterminación, Amnistía , lo quiere todo. Sabe que su interlocutor está débil, necesitado y a la vez predispuesto a lo que haga falta. Si tiene que ponerle una banda de música y una alfombra roja para su vuelta, lo hará.
Ya envió el Presidente del Gobierno a su fiel y sonriente escudera de avanzadilla para preguntar al huido de la Justicia española si la alfombra la quiere roja entera o con inserciones amarillas de estelada . Recientemente también ha ido a visitarle Ortuzar (PNV). Se ve que las fotos tienen un gran impacto mediático y siempre sumará el haber estado al lado del “nuevo” padre de las tierras catalanas.
Y mientras esto sucede, la cesta de la compra no baja. Los combustibles repuntan día a día. Las okupaciones siguen al alza. La delincuencia en el primer trimestre del año,según datos del Ministerio, ha subido. Las hipotecas se vuelven a encarecer. Y así un largo etcétera.
La población cada día tiene menos recursos para subsistir teniendo que hacer autentica ingeniería contable para llegar a comer decentemente. Por no hablar de los impuestos sobrevenidos y que nos colocan entre los países con más presión fiscal del continente.
Vivimos unos tiempos en los que los depravados ven reducidas sus condenas y salen a la calle para seguir con sus deleznables propósitos mientras los artífices de una Ley incomprensible, siguen sentados en sus poltronas legislando a golpe de Twet(X).
Los sindicatos con sus particulares escándalos, duermen el sueño de los justos. Quizás esperando por si hubiera un cambio de rumbo en Moncloa y así atizarle a un nuevo inquilino ya que al actual ni lo han despeinado.
Recientes elecciones, autonómicas, municipales, generales. Pactos de dudosa afinidad. Etc.
Nada ha mejorado el día a día de los españoles. Nos distraen con el suceso de Tailandia, el fallecimiento de una periodista, una cantante. Y así pasa la vida.
Pan, ¡poco!. Circo, ¡mucho ¡
Estamos asistiendo impasibles a un aborregamiento poblacional que sólo mira hacia abajo y que no levanta la cabeza para decir …¡ Se acabó ¡.